Con una escalada superior al 13%, el Ftse 100 británico, junto al Dow Jones, cerró el pasado ejercicio como el segundo mejor mercado desarrollado. Un puesto de honor para el principal índice de la Bolsa de Londres en un año marcado por la decisión, contra todo pronóstico, de Reino Unido de salir de la Unión […]
Dirigentes Digital
| 09 ene 2017
Con una escalada superior al 13%, el Ftse 100 británico, junto al Dow Jones, cerró el pasado ejercicio como el segundo mejor mercado desarrollado. Un puesto de honor para el principal índice de la Bolsa de Londres en un año marcado por la decisión, contra todo pronóstico, de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE). Nadie esperaba el Brexit que debería comenzar a implementarse en este 2017 y fue uno de los grandes shocks del anterior ejercicio, sin embargo, el hecho de que, por el momento, las consecuencias de este ‘cisne negro’ no estén siendo tan terribles como se preveía ha logrado que la renta variable se sobreponga al ‘susto’. En buena parte gracias también a una libra ‘tocada y hundida’ para muchos expertos y a la ‘fe ciega’, una vez más, en los estímulos del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés). A pesar de todo, las perspectivas para la economía británica no son nada halagüeñas. Sobre todo ante la posibilidad de un Brexit ‘duro’, espoleadas este mismo fin de semana por los comentarios de la primera ministra, Theresa May, apuntando al abandono del mercado único de la UE. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en sus previsiones de otoño, recortaba sus estimaciones apuntando a un crecimiento del PIB de Reino Unido del 1,1% en 2017, la mitad de lo previsto antes del referéndum de junio, y por debajo del 1,3% que calculaba en julio. Fuerte reducción de las estimaciones que, no obstante, supone evitar la recesión que se auguraba en los peores pronósticos del Brexit. En este contexto, las ganancias de la Bolsa londinense, que se sobrepone una y otra vez a la ‘negatividad’ macro, son “una buena noticia” para la economía británica, apunta Julian Jessop, de Capital Economics. Reconoce este experto que los selectivos más domésticos, como el Ftse 250 o el Ftse Local, menos expuestos al repunte global de la renta variable y también al impacto positivo sobre los ingresos de la caída de la libra, han registrado un comportamiento mucho peor, pero, aun así, se encuentran muy por encima de los mínimos alcanzados tras la consulta. “Así como el pesimismo sobre las perspectivas a corto plazo para la economía del Reino Unido demostró ser exagerado, también podrían serlo los temores sobre las perspectivas para 2017 y más allá”, afirma. Al mismo tiempo, añade este experto, algunos de los factores que apoyaron al mercado en 2016 seguirán haciéndolo este año. Por ejemplo, las últimas lecturas de los PMIs globales sugieren que las expectativas económicas son “razonablemente brillantes”, y la debilidad de la libra “parece destinada a impulsar más las exportaciones”. La ‘cara B’ de la caída de la divisa, la inflación, no preocupa demasiado a este analista, pues, si bien, “la perspectiva de una subida temporal de los precios al 3% es indeseable, cabe recordar que el IPC en 2010 fue del 3,3% y del 4,5% en 2011”, años en lo que se registraron ratios de “crecimiento ‘decente’: 1,9% y 1,5%, respectivamente”. Por tanto, concluye, “aunque probablemente Reino Unido se desacelere este año”, ante el freno que el alza de la inflación supondrá para el gasto del consumidor, “nuestras previsiones de repunte del PIB del 1,5%, supera ligeramente al consenso (1,2%). Esto, a su vez, probablemente apoyará a la Bolsa londinense”. Prevén que cierre 2017 en los 7.500 puntos.