Guerra abierta entre Arabia Saudí y Rusia, ante la falta de acuerdo para recortar la producción de crudo en un intento por contener los precios ante la amenaza del Covid-19. El primero veía esa opción como necesaria: recortar el bombeo para detener el descenso del precio del oro negro. Sin embargo, Rusia mantuvo su negativa […]
BolsasGuerra abierta entre Arabia Saudí y Rusia, ante la falta de acuerdo para recortar la producción de crudo en un intento por contener los precios ante la amenaza del Covid-19. El primero veía esa opción como necesaria: recortar el bombeo para detener el descenso del precio del oro negro. Sin embargo, Rusia mantuvo su negativa durante la reunión del viernes pasado entre los socios del cártel y otros productores para tomar una decisión al respecto, no aceptó la propuesta de retirar del mercado 1,5 millones de barriles al día.
Así las cosas, Arabia Saudí decidía pasar a la acción durante el fin de semana. Tras varios años de consenso entre los dos países para mantener más o menos estable el precio del crudo, decidía poner en marcha un movimiento contrario al que el propio país proponía a finales de la semana pasada. En concreto, prevé incrementar la producción por encima de 10 millones de barriles diarios. Además, decidía recortar su precio oficial de venta en los mercados internacionales para atraer compradores.
El resultado de esta lucha abierta es temor, incertidumbre y ventas contundentes que llevan al precio del crudo a sufrir un desplome que ha llegado a acercarse al 30%. El futuro del West Texas, de referencia en EE.UU. se desploma más de un 27& hasta cotas de 29,6 dólares, mientras que el barril de Brent -de referencia en Europa- lo hace un 25,7% hasta niveles del entorno de los 33,69 dólares.