Los expertos lo tienen claro. La incertidumbre sobre el impacto del proteccionismo comercial y los riesgos políticos en Europa están marcando un inicio de año en el que los inversores permanecen en compás de espera. Ante la lateralidad en renta variable, el repunte de la inflación se torna además como uno de los principales peligros […]
Dirigentes Digital
| 13 feb 2017
Los expertos lo tienen claro. La incertidumbre sobre el impacto del proteccionismo comercial y los riesgos políticos en Europa están marcando un inicio de año en el que los inversores permanecen en compás de espera. Ante la lateralidad en renta variable, el repunte de la inflación se torna además como uno de los principales peligros en la renta fija, en un momento en el que las políticas monetarias empiezan a ser menos expansivas. Aún así, el consenso del mercado sabe que los tipos de referencia seguirán bajos en un largo periodo de tiempo, por lo que los Gobiernos y empresas podrán seguir financiándose a costes más baratos. En este escenario, y hablando de los activos más seguros, los expertos de Banca March consideran que el rendimiento de los activos monetarios europeos seguirá siendo muy bajos. “Solo se puede obtener rentabilidades positivas invirtiendo selectivamente en pagarés y bonos de empresa que estén cercanos a vencimiento”, indican en su último informe de estrategia mensual, recordando que conviene mantener esa clase de activos en cartera como protección contra la volatilidad. “La inversión en renta fija se verá amenazada por la subida de tipos de interés en EEUU, que se extenderá en parte a los bonos europeos”, advierten desde la firma, anticipando un 2017 complejo para los bonos soberanos. Pero no por ello, exento de oportunidades. Por un lado, desde la entidad señalan a la sobreventa de bonos en algunos momentos, que puede ofrecer buenos niveles de entrada. Y, por otro, “las primas de riesgo periféricas se irían reduciendo a lo largo del año, ofreciendo perspectivas de revalorización”. Aún así, insisten en recomendar duraciones cortas y la búsqueda de rentabilidad aumentando el riesgo de crédito. Explican que aunque el crédito sigue estando apoyado por una macro favorable, las primas de riesgo exigidas se han reducido considerablemente, por lo que los bonos de mejor calidad están, a su juicio, caros, “a excepción de cierto tipo de deuda bancaria”. Así, dentro del crédito apuestan por deuda high yield y deuda convertible. “La renta fija emergente sigue ofreciendo un plus de rentabilidad, por lo que recomendamos mantenerla, aunque con duraciones cortas y sin riesgo divisa”, indican. Los fondos de inversión también son una opción para entrar en la categoría buscando una mayor diversificación. Desde el departamento de análisis de Bankinter, coinciden en que el aumento en las perspectivas de inflación a nivel global y el previsible cambio de política económica en EEUU han impactado negativamente sobre el precio de los bonos. “Así la rentabilidad exigida por los mercados de capitales para invertir en bonos alemanes a largo plazo (10 años) ha aumentado en torno a +20 puntos base hasta el 0,40% a cierre de enero 2017”, recuerdan. En este escenario, consideran que aumentar el peso en fondos de retorno absoluto en detrimento de la renta fija tradicional es la estrategia idonea. Recientemente, también han eliminado la exposición al Bankinter Activos Euro (fondo monetario) en la cartera doméstica defensiva debido a la situación de los tipos de interés en el mercado monetario (tipos negativos), introduciendo en su lugar (peso del 5%) a Bankinter Renta Fija a corto plazo porque tiene más opciones de obtener rentabilidades positivas con un riesgo (volatilidad) muy limitado.