La última encuesta de gestores de fondos de Bank of America Merrill Lynch lo deja claro: aunque los datos obtenidos siguen acotados en las lecturas normales de un patrón alcista, los inversores empiezan a ver signos claros de sobrevaloración en la renta variable estadounidense. Es cierto que uno de los signos positivos es la caída […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2017
La última encuesta de gestores de fondos de Bank of America Merrill Lynch lo deja claro: aunque los datos obtenidos siguen acotados en las lecturas normales de un patrón alcista, los inversores empiezan a ver signos claros de sobrevaloración en la renta variable estadounidense. Es cierto que uno de los signos positivos es la caída de los niveles de efectivo al 4,8% en marzo frente al 4,9% de febrero, lo que significa que el dinero se ha puesto a trabajar en los últimos meses. Sin embargo, la cifra sigue siendo superior a la media del 4,5% de los últimos 10 años. De hecho, un porcentaje récord de gestores (el 34%) considera que las acciones están sobrevaloradas, la mayor cifra de los últimos 17 años. EEUU es la región con peores previsiones en estos términos, al elevarse el porcentaje al 81% de los encuestados, mientras que emergentes y zona euro se consideran aún infravaloradas por buena parte de los inversores. Según indican los expertos de la firma, los datos de posicionamiento de la encuesta argumentan una “pausa” durante el mes de marzo o abril en los mercados de renta variable. “Los inversores son positivos en la macro europea y ven más valor en estas acciones que en EEUU, pero existe un riesgo de complacencia con las elecciones francesas”, explica Ronan Carr, estratega europeo de renta variable de la firma. Frente a este escenario, ¿estamos ante el fin del ciclo alcista en Wall Street? Solo varios factores desencadenarían esta situación, a juicio de los encuestados. Tras ocho años de subidas constantes, unas ganancias más débiles de lo esperado en las empresas y las políticas proteccionistas de Trump aparecen como los principales riesgos en EEUU, junto con unos tipos de interés más elevados de lo esperado. En este último aspecto, cabe recordar que, tal y como se esperaba, la Reserva Federal (Fed) subió tipos la semana pasada, pero algunos habían esperado también una revisión al alza en el ritmo de subidas futuras, dada la caída del dólar y de las tires de los bonos tras el anuncio de la Fed. “La mediana de las previsiones de la Fed continúa siendo de dos subidas más en este año y tres el año que viene”, indican desde JP Morgan AM en un reciente análisis. El organismo sí que revisó ligeramente al alza sus expectativas para 2019, y ahora se espera que los tipos alcancen el 3% a finales de ese año. “La previsión del mercado está bastante cerca de estos niveles, pero aún por debajo de los pronósticos de la Fed para 2018 y 2019. Esperamos que suban tipos al menos tres veces este año y el que viene, y con un sesgo al alza, lo que implica que las tires de los bonos todavía pueden subir desde los niveles actuales”, indican. Y este dato es bastante importante. Sobre todo porque los inversores lo tienen muy en cuenta a la hora de valorar en qué momento el mercado de renta fija golpeará al de renta variable. De momento, y según refleja la encuesta de BofA Merrill Lynch, “los rendimientos siguen siendo demasiado bajos para dañar las ganancias”. De hecho, el 67% de los gestores de fondos consideran que el rendimiento del treasury (bono estadounidense a 10 años) debería situarse entre el 3,5% y el 4% para impactar sobre un mercado bajista en la Bolsa. En cuanto a las políticas de Donald Trump para estimular la economía, sólo el 10% de los inversores esperan que el Congreso apruebe una ley de reforma tributaria antes de este verano.