Mínimos semanales para la libra durante la madrugada, que intenta recuperar ahora mismo alcanzando los 1,2455 en su cruce frente al dólar, mientras el euro se mantiene a la baja, al filo de los 1,08 dólares. La divisa británica ha sido, con diferencia, el activo financiero que más ha sufrido con la decisión de Reino […]
Dirigentes Digital
| 29 mar 2017
Mínimos semanales para la libra durante la madrugada, que intenta recuperar ahora mismo alcanzando los 1,2455 en su cruce frente al dólar, mientras el euro se mantiene a la baja, al filo de los 1,08 dólares. La divisa británica ha sido, con diferencia, el activo financiero que más ha sufrido con la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE). Un proceso, el del Brexit, que arranca oficialmente este miércoles con la activación del Artículo 50 del Tratado de Lisboa. La última semana de marzo, con puntualidad británica como corresponde, nos trae el arranque de esta ‘separación’, cuyas negociaciones podrían extenderse dos años, o más allá de 2019 si ambas partes así lo deciden. Aunque los expertos coinciden en señalar que la reacción de los mercados a corto plazo debería ser prácticamente nula, tal y como muestra el comportamiento de la moneda, el medio y largo no parecen tan ‘claros’. Pues Londres y Bruselas deberán acordar aspectos tan espinosos como la política comercial, pero sobre todo migratoria, así como el dinero que Reino Unido deberá abonar para dejar la Unión: factura que se calcula asciende a 60.000 millones, que servirían para cubrir su aportación al presupuesto, a las pensiones de los funcionarios comunitarios y a los fondos de cohesión. El consenso también considera que a ninguna de las partes en ‘conflicto’ le interesa un Brexit duro. Sin embargo, si atendemos a la debilidad de la libra, apunta Link Securities, podemos observar que “el temor” a que finalmente el ‘divorcio’ no sea cordial sigue latente entre muchos inversores”. Y es que, explican, si el Gobierno británico decide anteponer “el control de sus fronteras y la autonomía judicial del país al acceso al mercado pensamos que en el futuro va a generar tensiones en los mercados financieros. También habrá que estar atento a la situación política en Escocia e Irlanda del Norte (única región del Reino Unido con frontera con la Unión Europea), ya que los habitantes de ambas regiones votaron claramente contra el Brexit. La situación política en Reino Unido podría deteriorarse y terminar impactando en la confianza de los consumidores, hasta ahora junto a las exportaciones los dos pilares en los que se sustenta el crecimiento económico del país”. Y de hecho, es la caída de la libra uno de los principales apoyos de las ventas internacionales. Por ello, desde Capital Economics creen que si, por el contrario, al comenzar a disiparse las dudas la moneda comienza a repuntar, tampoco estaríamos ante una buena noticia propiamente dicha. “La depreciación post-referéndum ha impulsado los pedidos al extranjero y ha ayudado a facilitar un deseado reequilibrio de la economía”, afirman. De mantenerse, de hecho, su fortaleza “podría ser un obstáculo para el proceso de normalización de la política monetaria del Banco de Inglaterra (BoE por su siglas en inglés)”. Por ahora, reconocen, nada de esto preocupa al banco central, pues “la libra debería caer respecto al dólar al menos si, como esperamos, la Reserva Federal (Fed) incrementa los tipos más de lo que descuenta el mercado”. Su previsión es que cierre el año en los 1,20. Para AllianzGI la libra está “infravalorada en términos fundamentales a largo plazo, lo que sugiere que buena parte de la inestabilidad asociada al Brexit ya ha sido descontada”. Con todo, reconocen que no les “sorprendería ver nuevos episodios de debilidad durante las negociaciones de los términos de salida, lo que debería atraer a los inversores internacionales hacia los activos británicos a precios de descuento”.