Spotify saldrá a Bolsa este martes 3 de abril. Este estreno en el parqué se va a llevar a cabo en un momento en que las tecnológicas están bajo presión, debido a la cuestión de la privacidad de datos de Facebook, que podría llevar a una mayor regulación, así como por los recientes acontecimientos con […]
Dirigentes Digital
| 03 abr 2018
Spotify saldrá a Bolsa este martes 3 de abril. Este estreno en el parqué se va a llevar a cabo en un momento en que las tecnológicas están bajo presión, debido a la cuestión de la privacidad de datos de Facebook, que podría llevar a una mayor regulación, así como por los recientes acontecimientos con coches autónomos, que han propiciado un parón de las pruebas en curso en los EE.UU. Sin embargo, Spotify tiene información limitada sobre el usuario (sólo sobre sus preferencias musicales) y no opera vehículos autónomos, por lo que estas turbulencias no deben afectar a la empresa de streaming. No obstante, siempre podemos esperar una cierta volatilidad en los primeros días de negociación, como ha sucedido con Dropbox recientemente. En el caso de Spotify, por ser una salida a modo “cotización directa”, los niveles de riesgo y volatilidad pueden ser superiores, ya que, al no tener un banco de inversión en el papel de asegurador de la operación (la empresa ha hecho varios roadshows para garantizar la venta de las acciones), no contará con esta seguridad adicional. La “cotización directa” de la empresa es un método poco convencional porque no se emitirán nuevas acciones para ofrecer al mercado, como en la mayoría de las salidas a bolsa. El único objetivo es permitir que cualquier inversor común pueda participar en el mercado secundario y traer liquidez al título, ya que la empresa considera que no necesita más capital para hacerse rentable. Si la operación tiene éxito y se vuelve habitual, puede afectar a los bancos de inversión que generan muchos de sus ingresos en forma de tasas extremadamente altas en cada OPV. Spotify todavía no registra resultados positivos, duplicando sus pérdidas en 2017 con respecto al año anterior, hasta los 1.235 millones de euros. Sin embargo, incrementó un 38,5% su facturación, hasta 4.090 millones y generó un flujo de caja operativo positivo de 179 millones de euros en 2017, lo que supone un aumento del 77% con respecto a 2016. Cerca del 90% de los ingresos se generan a través de clientes premium, mientras que el 10% restante se genera a partir de la publicidad en las cuentas gratuitas que tienen publicidad forzada. El margen bruto de clientes premium es de sólo el 22%, siendo este el mayor desafío de la empresa, considerando que sólo 71 millones de usuarios son premium, de un total de 157 millones en los 65 países donde opera. Un factor positivo es que la cantidad de usuarios que renuncian a la cuenta premium ha disminuido con los paquetes de “familia” y de “estudiante”, con la consecuente reducción de los ingresos medios por usuario, debido a que estas cuentas tienen un coste más bajo para los suscriptores.