Soplan vientos de cola para las fintech. Sus partidarios alaban su capacidad para identificar mejor las necesidades de los clientes a través de la innovación digital, justo donde las financieras históricas se “atascan” con tecnologías heredadas del pasado y normativas posteriores a la crisis. El principal activo de las fintech es el uso de las […]
Dirigentes Digital
| 18 may 2018
Soplan vientos de cola para las fintech. Sus partidarios alaban su capacidad para identificar mejor las necesidades de los clientes a través de la innovación digital, justo donde las financieras históricas se “atascan” con tecnologías heredadas del pasado y normativas posteriores a la crisis. El principal activo de las fintech es el uso de las tecnologías más avanzadas para optimizar la experiencia del cliente. Las fintech no tienen una infraestructura, a diferencia de los bancos, pero confían en mejorar la calidad de experiencia del cliente. Mientras, los bancos parecen obcecarse en tratar de proteger los servicios tradicionales con métodos obsoletos. Sin embargo, la explotación de tecnologías como el Big Data les permitiría tener un conocimiento claro de sus clientes para ofrecerles un servicio mejor y adaptado, al tiempo que agilizaría el proceso de toma de decisiones como, por ejemplo, en materia de préstamos. A lo largo del tiempo los bancos han construido y controlado toda la cadena de valor y la infraestructura tecnológica subyacente, desde los sistemas de pago del mercado financiero, hasta los mercados crediticios. Por ello, los bancos han mantenido una relación única y privilegiada con sus clientes. Pero hoy en día, ante la dispersión de la cadena de valor y la rapidez de los desarrollos tecnológicos, esta estrategia es financieramente insostenible. No estamos diciendo que los bancos deban renunciar a ningún control, sino darse cuenta de que es inevitable que tengan que desagregar las cadenas de valor. Deben proteger su modelo comercial, pero también deben aprovechar al máximo las innovaciones de empresas fintech. Por ello, los bancos necesitan desarrollar o modificar sus sistemas de información para poder integrar plataformas externas. Asociarse con otros bancos y / o fintech en su negocio principal les permitirá reducir los costos unitarios y ganar competitividad a través de los beneficios de la puesta en común y, a su vez, los socios se beneficiarán del uso de la plataforma. El éxito vendrá de una estrategia colaborativa, en lugar de competitiva Al tomar decisiones difíciles sobre la segmentación de la cadena de valor hoy, los bancos, especialmente los más pequeños, podrán retener su valor agregado y sus clientes, así como aumentar su rentabilidad a través de la tecnología. Es esencial que los bancos asocien lo digital con un beneficio en lugar de una amenaza. Por su parte, las fintechs deben aceptar que, para ser viables y rentables, no pueden hacer frente a toda la cadena de valor de los bancos, que resulta de la combinación de un profundo dominio del sistema financiero. Los jugadores más inteligentes buscarán capitalizar las ventajas competitivas de cada uno, preservando así su valor para sus clientes, y juntos construirán un gran ecosistema financiero. Por lo tanto, de la cooperación de los bancos y las fintech dependerá su supervivencia y éxito.