Este viernes entran en vigor los nuevos instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea (UE), que buscan modernizar de estas herramientas legales comunes para “responder mejor a las prácticas desleales” de productores extracomunitarios. Además, estas políticas permitirán hacer frente al giro proteccionista de EEUU y a los aranceles impuestos a las exportaciones de la […]
InternacionalDirigentes Digital
| 08 jun 2018
Este viernes entran en vigor los nuevos instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea (UE), que buscan modernizar de estas herramientas legales comunes para “responder mejor a las prácticas desleales” de productores extracomunitarios. Además, estas políticas permitirán hacer frente al giro proteccionista de EEUU y a los aranceles impuestos a las exportaciones de la UE.
Esta nueva normativa incluye una serie de mecanismos de protección ante prácticas comerciales abusivas, como las importaciones subsidiadas o el dumping, para el que se reduce de nueve a siete meses el periodo máximo de investigación sobre un mercado concreto antes de imponer medidas provisionales, como la imposición de aranceles más altos, que podrían aplicarse en un plazo de 14 meses.
El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada estos intrumentos de defensa comercial, que las autoridades comunitarias llevan negociando desde 2013, tras una primera propuesta de la Comisión Europea (CE). En diciembre de 2017, las instituciones europeas llegaron a un acuerdo político para reformar los sistemas europeos de defensa comercial, que habían sido puestos en marcha en 1995.
Concretamente, esta reforma modifica la regla del “derecho inferior”, lo que permitirá imponer derechos de aduanas más elevados en casos de subvenciones ilegales o de dumping relativos a productos fabricados con materias primas y energía suministradas a un precio “artificialmente bajo”.
Además, Bruselas asegura que estas nuevas normas comerciales aumentan la previsibilidad y la transparencia del sistema y “reflejan los altos estándares medioambientales y sociales de la UE”. De hecho, la CE tendrá en cuenta los costes del cumplimiento de la legislación social y medioambiental en sus investigaciones para calcular los niveles de aranceles que pueda imponer, basándose en el perjuicio económico causado a las empresas.
Las empresas contarán además con un sistema de “alerta temprana” que les informará en caso de que vayan a establecerse derechos provisionales, de forma que se puedan adaptar a la nueva situación. También se establece un servicio específico de asistencia técnica para pymes, con el objetivo de que les resulte más fácil participar en procedimientos de defensa comercial.
El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, ha afirmado que “ahora contamos en nuestro arsenal con nuevas normas de defensa comercial para hacer frente a algunos retos que hoy plantea el comercio mundial”, resaltando que “la UE cree en un comercio abierto y justo, pero no somos librecambistas ingenuos”. Además, ha destacado que “haremos cuanto sea necesario para defender a los productores y los trabajadores europeos cuando otros distorsionen el mercado o se salten las normas”.