La australiana Robyn Denholm se ha convertido en la nueva presidenta de la automovilística Tesla, después de que la Comisión de Valores de Estados Unidos obligara a Elon Musk a dejar su puesto durante 3 años debido a irregularidades. “Creo en esta compañía, creo en su misión y espero poder ayudar a Elon Musk y […]
InternacionalDirigentes Digital
| 13 nov 2018
La australiana Robyn Denholm se ha convertido en la nueva presidenta de la automovilística Tesla, después de que la Comisión de Valores de Estados Unidos obligara a Elon Musk a dejar su puesto durante 3 años debido a irregularidades.
“Creo en esta compañía, creo en su misión y espero poder ayudar a Elon Musk y al equipo de Tesla a lograr una rentabilidad sostenible e impulsar el valor de los accionistas a largo plazo”, dijo la nueva presidenta en un comunicado tras conocerse su nombramiento.
Robyn Denholm, de 55 años, ya formaba parte de la junta directiva de Tesla desde el año 2014, además de encabezar el comité de auditoría de la compañía de coches eléctricos de gama alta. El año pasado cobró 5 millones de dólares, la mayor parte en acciones de la compañía. Además, la economista Denholm, es la directora de finanzas y jefa de estrategia de la empresa de telecomunicaciones más grande de Australia, que casualmente se llama Telstra. Durante seis meses (y por contrato) mantendrá sus obligaciones en ambas compañías para dedicarse después en exclusiva a la estadounidense Tesla.
En su curriculum también se encuentran la firma de consultoría Arthur Andersen, la automovilística Toyota, y ya en Silicon Valley supervisó las finanzas, las operaciones y la planificación la empresa de software Sun Microsystems donde llegó al puesto de vicepresidenta. Mismo puesto, así como el de directora de finanzas, tuvo en Juniper Networks, una multinacional dedicada a sistemas de redes y seguridad.
La nueva jefa del hasta ahora todopoderoso Elon Musk parece ser del agrado del mismo y algunos apuntan a que Musk fue decisivo para que la escogieran para sustituirle. “Robyn tiene una larga experiencia tanto en el sector tecnológico como en el de los automóviles y como miembro de la junta directiva ha hecho grandes contribuciones durante los últimos cuatro años para ayudarnos a convertirnos en una compañía rentable”, decía Musk al conocerse la noticia, quien añadió: “espero trabajar aún más estrechamente con Robyn a medida que continuamos acelerando el advenimiento de la energía sostenible”.
Elon Musk fue retirado de sus funciones como presidente de Tesla por la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC). Y todo después de sus polémicas declaraciones en agosto cuando anunció en un tuit sus planes para recomprar las acciones de la compañía, privatizarla, y hacer que dejara de cotizar en bolsa. Musk dijo que el dinero de la operación estaría asegurado por el fondo soberano de Arabia Saudí, cosa que estos negaron. Sus palabras hicieron que el valor de las acciones se disparara y aunque luego se retractó, las autoridades le abrieron un expediente por presunto fraude y le pusieron una multa de 40 millones de dólares, de los cuales la empresa tiene que pagar 20. El acuerdo con la SEC también incluía que Musk debía renunciar a su cargo de presidente de la junta directiva durante tres años.
Los reguladores exigían una persona independiente al frente de Tesla y aunque no se prevé que la designación de Denholm sea objetada por la SEC, para algunos analistas es lógico que la empresa busque evitar el riesgo de nombrar un verdadero ‘outsider’ que acabe chocando con Elon Musk.
LOS RETOS DE DENHOLM
La australiana tiene varios desafíos al frente de Tesla y el primero de ellos, y no menos importante, es hacer que el polémico Elon Musk se comporte, especialmente a la hora de usar sus redes sociales. Así, según los expertos, Denholm “deberá implementar los procedimientos y controles obligatorios para supervisar todas las comunicaciones de Elon Musk realizadas sobre la compañía en cualquier formato”. Musk ya ha dicho que seguirá tuiteando, excepto cosas que puedan causar movimiento en las acciones de Tesla.
También, según varios inversores y analistas, la nueva presidenta de Tesla tendrá que contratar a manos expertas y con talento para ayudarle a poner orden en el caos creativo de la empresa y solventar del todo los problemas de producción y demoras que han tenido últimamente. Musk se negó a contratar a alguien que le ayudara en esas funciones.
Además, tendrá que decidir qué será lo siguiente que la compañía va a fabricar. Qué es lo que la gente quiere comprar. Musk tiene muchas ideas para futuros vehículos pero no ha ofrecido detalles sobre las mismas. Aún así, más allá de simples ideas, Denholm tendrá que valorar qué tiene sentido desde un punto de vista empresarial. Eso será fundamental para que los inversores sigan apostando por Tesla.