La posibilidad de un brexit a las bravas, sin acuerdo, es cada vez más factible. En Bruselas es un escenario totalmente asumido. “Ya que el tiempo se está acabando, también discutiremos el estado de los preparativos ante el escenario del no acuerdo”, escribió por carta el Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al resto de […]
InternacionalDirigentes Digital
| 26 dic 2018
La posibilidad de un brexit a las bravas, sin acuerdo, es cada vez más factible. En Bruselas es un escenario totalmente asumido. “Ya que el tiempo se está acabando, también discutiremos el estado de los preparativos ante el escenario del no acuerdo”, escribió por carta el Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al resto de líderes continentales en la invitación de la última Cumbre del año.
La Comisión Europea está acelerando esos planes de contingencia por si todo sale mal el 14 de enero, cuando la primera ministra británica, Theresa May, someterá finalmente en la Cámara de los Comunes el acuerdo pactado para una desconexión británica ordenada. La Cámara de los Comunes se divide entre los partidarios del brexit duro, del acuerdo alcanzado por May y los que desearían, cada vez más, celebrar un segundo referéndum para que la ciudadanía apueste por permanecer en la UE. Si fracasa, el abismo se abriría a los pies de Europa.
Las advertencias de la Comisión suponen un escenario extremadamente preocupante para aerolíneas como Iberia, Vueling o la irlandesa Aer Lingus. Las tres pertenecen a IAG, el conglomerado inglés resultante de la fusión de British Airways con la antigua aerolínea de bandera española. El capital es mayoritariamente británico y eso significa que no podrán realizar vuelos intracomunitarios, sí hacia o desde la UE.
¿Fin del puente aéreo Madrid-Barcelona?
Las licencias operativas para despegar en una ciudad comunitaria y aterrizar en otra exigen que la mayoría del capital de esa aerolínea sea europeo. No así para volar desde fuera de la UE al interior o a la inversa. Por eso podemos cruzar el Atlántico en una aerolínea estadounidense, pero es europea la que nos lleva de Madrid a Barcelona o a Roma.
Un brexit sin acuerdo entre Londres y la UE dejaría en un limbo legal este tipo de regulación para las aerolíneas británicas. La Comisión Europea propone derechos especiales para el transporte aéreo desde el 30 de marzo para “evitar una interrupción plena del tráfico [aéreo] entre la UE y el Reino Unido”. Tendrían un año de validez y sólo para esos vuelos directos a través del Canal de la Mancha. No así los domésticos intraeuropeos.
Iberia y Vueling, o las de bajo coste Iberia Express o Air Nostrum, perderían su licencia al pertenecer a IAG y esta, de capital principalmente británico, pasar a ser una compañía extracomunitaria. Sin acuerdo sobre el brexit se acabarían sus vuelos domésticos en España, como el puente aéreo Madrid-Barcelona, pero no el Madrid-Londres. También los de Aer Lingus desde Dublín a Alicante, Málaga o Santiago de Compostela.
“Para mantener la validez de la licencia operativa, y la libertad de ofrecer servicios aéreos dentro de la UE, todas las condiciones de la licencia operativa deben respetarse, incluyendo una propiedad y control de mayoría de la UE”, recoge la Comisión en los planes de contingencia ante un brexit duro específicos el sector aéreo, publicados el 19 de diciembre.
Cada año, cerca de 2.3 millones de pasajeros viajan entre Madrid y Barcelona sólo en los aviones de Iberia-Vueling en un total de 26 conexiones diarias. En total, IAG movió hasta noviembre en torno a 80 millones de pasajeros en toda Europa. Datos que incluyen los vuelos desde la UE hacia Reino Unido y los domésticos británicos, pero que son todo un preaviso del caos aéreo que supondría un brexit duro.
El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, lamenta este impacto en los ciudadanos, “lo mejor en términos económicos es que no haya Brexit, si lo hay entonces lo mejor es que haya acuerdo”, pero en una advertencia clara a la ingenuidad de las posturas más euroescépticas en las islas, aquellas que minimizan las consecuencias de una ruptura total, Dombrovskis alerta de que “no puede replicar los beneficios del Acuerdo”.
Iberia, Vueling o Aer Lingus y millones de pasajeros europeos están en manos de los legisladores británicos más radicales sobre la UE.