El empeño francoalemán de mitad del siglo XX para evitar más guerras inició la idea de una comunidad europea con objetivos y obligaciones conjuntas. Como todas las guerras, tienen un trasfondo económico, la alianza entre Francia y Alemania comenzó en 1950 con la comunidad del acero y el carbón. Casi 40 años más tarde se […]
InternacionalDirigentes Digital
| 05 mar 2019
El empeño francoalemán de mitad del siglo XX para evitar más guerras inició la idea de una comunidad europea con objetivos y obligaciones conjuntas. Como todas las guerras, tienen un trasfondo económico, la alianza entre Francia y Alemania comenzó en 1950 con la comunidad del acero y el carbón. Casi 40 años más tarde se formó la UE, con un mercado común entre 28 países y 19 con la misma moneda, el euro.
Más del 64% del comercio total de los países de la UE se efectúa dentro de este mercado. Con respecto al valor total de todos los bienes y servicios producidos (PIB), la UE superó en 2017 a EEUU con 15.300 millones de euros, lo que explica en parte el actual proteccionismo americano. Sin embargo, aunque las ventajas de la UE son visibles, hay cada vez más retos que son cada vez más grandes: “Nunca, desde la segunda guerra mundial, Europa ha estado en un peligro tan grande”, dice el presidente francés, Emmanuel Macron, en una carta a los ciudadanos europeos publicada el martes en periódicos de toda la UE.
Macron empieza con esta comunicación un nuevo estilo, para acercar otra vez la UE al ciudadano que se ha alejado en los últimos años por la burocracia penosa de Bruselas, los rescates financieros y los muchos conflictos que existen. Sin duda, el avance más grande de la UE es que podamos viajar dentro de la EU 28 sin pasaporte y sin cambiar dinero. Las empresas, en general, están todavía más a favor de la UE que los 500 millones de habitantes – ya superamos también en población a los EEUU-. No hay aranceles para comercializar entre los 28 países y esto no solo fomenta las exportaciones de los Pymes, también supone menos gastos y menos tiempo, en consecuencia más competencia.
ESPAÑA ES EL GRAN GANADOR DE LA UE
Quizá ningún otro país haya aprovechado tanto y tan bien las ventajas de la UE como España, destino número uno de los turistas europeos y receptor neto de fondos durante mucho tiempo. Este año vuelve a ser neto contribuyente y, con cierto orgullo, porque el euroescepticismo en España es tradicionalmente muy bajo. Esto también es debido a los 80 millones de turistas extranjeros, en su gran mayoría europeos, que visitan el país cada año y contribuyen a la economía.
LOS ESPAÑOLES SON GRANDES VIAJEROS AÉREOS DENTRO DE LA UE
BREXIT REVELA EL VALOR DE LA UE
Macron, que proviene del mundo de la banca de inversión, es de otra generación, con otras preocupaciones distintas a las que tenía Helmut Kohl y François Mitterand, los arquitectos de la UE de hoy. Sin embargo, conoce la importancia de la alianza con Alemania primero y luego con el resto de la UE, donde los franceses no solamente venden la mayoría de sus coches sino también su ingeniería, sus productos de lujo, su vino, su excelente gastronomía, su turismo y sus productos tecnológicos. Macron lo deja claro en su carta: “Europa no es un poder de segundo rango”.
Según Macron, el Brexit demuestra cuánto vale este mercado común de la UE para un país que no era miembro completo y que difícilmente puede dar marcha atrás de un proceso de separación que sabe a cada vez más británicos, sobre todos a los alrededor de 300.000 que viven en España, más Gibraltar que tendrá la vida difícil si se materializa el Brexit. En su carta el presidente francés deja una puerta abierta para que Gran Bretaña se quede dentro de este club de privilegiados, pero no a cualquier precio.
UNA LUCHA CONJUNTA CONTRA LA MIGRACIÓN ILEGAL Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
Viendo el proteccionismo de los americanos, Macron hace una llamada a un nuevo patriotismo europeo; también su “compañera” Angela Merkel dejó saber hace unos días que su política ya es “Europe first”. Macron dice que en concursos públicos de empresas debería haber una preferencia para las europeas. El francés quiere abordar el problema de los refugiados que más ha alejado a los miembros de la UE en los últimos años con una agencia común de petición de asilo, así como crear una agencia común para luchar contra los ciberataques que sufre el continente. A veces criticado por sus posiciones neoliberales, quiere sanciones para las empresas multinacionales que no respeten las leyes fiscales en la UE. También quiere más armonía en cuestiones laborales y fiscales en general y hace una llamada a la lucha común contra el cambio climático que tiene que ser aún más consecuente, según él, con una política de 0 carbón hasta 2050 y la reducción a la mitad de los pesticidas hasta 2025.
Macron estipula la creación de un “banco de clima” para financiar esta lucha contra las consecuencias del calentamiento de la tierra, así como las medidas para reducir las emisiones contaminantes. Viendo como los dos otros poderes mundiales, China y EEUU, luchan sin complejos por sus intereses, el gobierno francés cree que los europeos deben hacer lo mismo a todos los niveles. Lo que era sorprendente en la carta era la parte sobre el salario mínimo. Macron está a favor de un salario mínimo europeo, adaptado a cada situación en cada país. En resumen, su carta aboga por una mayor cohesión en la economía y los mercados laborales y pide más unión ante un EEUU cada vez más agresivo en sus guerras comerciales, con el fin de superar las desigualdades aún existentes. También será un arma eficaz para bajar el paro, que todavía reina en algunos países como España.