Para el sector inmobiliario de segunda residencia los tiempos son muy duros como reconoce Timo Weibel, director general de Porta Mallorquina, en una entrevista con Dirigentes: “El año será difícil para nosotros. No hemos podido generar ningún ingreso desde mediados de marzo. Hemos solicitado un ERTE. Además, la administración renuncia al 50 por ciento de […]
InternacionalDirigentes Digital
| 01 may 2020
Para el sector inmobiliario de segunda residencia los tiempos son muy duros como reconoce Timo Weibel, director general de Porta Mallorquina, en una entrevista con Dirigentes: “El año será difícil para nosotros. No hemos podido generar ningún ingreso desde mediados de marzo. Hemos solicitado un ERTE. Además, la administración renuncia al 50 por ciento de sus salarios y tratamos de mantener los costos fijos lo más bajo posible”. Esta empresa cuya matriz Home & Holiday cotiza en bolsa es una de las muchas víctimas de la situación actual, aunque su negocio del alquiler turístico era ya difícil antes de la pandemia. El sector inmobiliario en Mallorca factura al año 4.000 millones de euros, un 40% viene según estimaciones oficiales de los extranjeros que ahora mismo están restringidos en sus movimientos como el resto de los españoles. Después de la bancarrota de la aerolínea Air Berlin que tenía su hub en Palma de Mallorca, la caída de Thomas Cook y una política más restrictivas en temas de alquileres temporales, la inversión en este segmento ha caído. Sin embargo, las empresas que operan en el mercado inmobiliaria de lujo como “Engel & Völkers” sostienen que el interés de los posibles compradores sigue en pie, pero claro todo depende de la evolución económica en Alemania y sobre todo de la situación del sector aéreo después del confinamiento.
Aunque el estado de alarma es incómodo para él, cómo la mayoría de los alemanes que viven en España, Weibel no critica al Gobierno español y confía totalmente en el sistema sanitario a pesar de la ratio de muertos por el Covid-19: “Lo más importante es la seguridad de todos”. De todos modos, Baleares es una de las regiones menos afectadas por la pandemia y por ello será una de las primeras en volver a poder empezar con un turismo regional por lo menos. Sin embargo, hace semanas un residente alemán en Mallorca ha alarmado hasta la prensa internacional por sus quejas subidas de tono sobre el estricto confinamiento español que le impide por el momento visitar su casa en la isla y seguir con su actividad de instalar alarmas – ahora un negocio importante debido a que muchas viviendas vacacionales están vacías desde meses. Pero como Porta Mallorquina también otras inmobiliarias alemanas operando en la isla ya se han distanciado de su actitud: “Aunque se pueden discutir algunas multas, en principio esta cautela es adecuada”, dice Weibel.
Sin embargo, el Gobierno español, consciente de la importancia económica del mercado turístico alemán, ha prometido de encontrar una solución para los residentes alemanes en la isla. Solamente en Mallorca viven alrededor de 60.000. Con los británicos son los turistas más importantes en volumen y gastos para España. Por ello, el abogado alemán Tim Wirth que vive en Mallorca cree que en la segunda parte de mayo podrían volver a la isla todas aquellas personas que persiguen negocios ahí y que residen en la isla: “Antes de que abre aquí la temporada vacacional.” Pero como abre la temporada y con quién tampoco está claro todavía. Sobre todo, porque desde Alemania recomiendan no salir del país en verano. Pero aun así la alemana Rosi Speer, propietaria de un pequeño hotel en Alcudia, no se queja: “Tenemos pocas habitaciones y solamente una empleada. Ya lo tenemos asumidos que tendremos pocos ingresos este año”. Ella destaca que conoce a nadie de sus amigos extranjeros en la isla que quieren irse de España o ahora vender su negocio por la situación: “Al contrario nos sentimos muy bien acogidos”. Para que esto queda así, ella hasta prefiere que no se abre tan rápido otra vez el mercado turístico: “Pero si tenemos ganas los residentes de movernos ya dentro de la isla”.
Aunque Tui negocia con el Gobierno para volver a España en agosto, no está claro cómo serán los protocoles en los aeropuertos, en la playa y en los hoteles. Arndt Rolfs, CEO de la empresa diagnostica Centogene, cree que logísticamente es posible introducir pruebas masivas en los aeropuertos y que ellos hablan ya con ellos para introducir su propia prueba de Covid-19: “Tendremos que esperar ahí en cuarentena unos 3 a 4 horas para tener los resultados del test de los todavía no inmunes. Estos podrían pasar sin problemas con una prueba digital sobre su estado. Pero me temo que los políticos tendrán miedo tomar decisiones de este tipo actualmente por la responsabilidad que esto supone”. Por todo ello, el neurólogo no espera que volvemos a un turismo de masas como conocido, también porque “tenemos que acostumbrarnos a situaciones de este tipo con más virus que pueden aparecer”. Y claramente la actual caída de aerolíneas supondrá billetes más caros y menos vuelos. Así, España está en una situación muy complicada, no solamente para este verano: “Esperamos que en junio empieza el mercado a abrir lentamente”, dice Weibel. Esto también espera la alemana Christina Schallock, que lleva desde algunos años una bodega de vinos en Mallorca y depende para la venta del turismo de la isla. Pero aun así ella dice que se siente muy bien en esta situación: “. Mi única preocupación ahora es como puedo garantizar el sueldo de mis cinco empleados.”
Claro está que también para los alemanes nada será como antes en las islas después de esta crisis: “La política del gobierno de izquierda ya ha establecido nuevas prioridades en el turismo en los últimos años. Las vacaciones típicas en “Ballermann”, el lugar preferido del turismo barato alemán, porque viajar será más caro y los turistas tendrán que cumplir con las normas de higiene y distancia”. Los precios inmobiliarios se verán inevitablemente afectados temporalmente, según él. También en los Baleares dónde algunos inmuebles han llegado a niveles insostenibles en algunas zonas y para algunos inmuebles. “Pedir varios millones para una casa o un piso, porque es de lujo y al lado de mar, era y será una locura en el futuro,” cree el experto de derecho inmobiliario Wirth. Sin embargo, Mallorca ha demostrado ser muy resistente a las crisis en el pasado. Pero está clara que sobre todo el mercado inmobiliario viviera otra limpieza, igual como en el turismo. Al final solamente podrán sobrevivir los que no tienen muchos gastos fijos o los que son tan grande que pueden aguantar estas pérdidas por tener más reservas. El inversor alemán Klaus Heinemann, residente en Mallorca, espera que “la política local utilice esta crisis como una oportunidad para poner fin a las peores consecuencias del turismo de masas de una vez por todas y para buscar un nuevo comienzo en la promoción sostenible y las segundas residencias”. Además, Heinemann que vive en una finca en el interior de la isla, dónde cultiva vino, cree que la crisis actual hará que “el campo renace como lugar seguro de una vida tranquila y sana”.