La Cámara de Representantes de EE.UU. ha aprobado someter Donald Trump a un juicio político en un histórico voto para destituir al presidente del país. Trump será el tercer presidente de EE.UU. que se enfrentará a un ‘impeachment’. Después de 10 horas de debate en las que demócratas y republicanos se acusaban mutuamente de actuar […]
InternacionalDirigentes Digital
| 19 dic 2019
La Cámara de Representantes de EE.UU. ha aprobado someter Donald Trump a un juicio político en un histórico voto para destituir al presidente del país. Trump será el tercer presidente de EE.UU. que se enfrentará a un ‘impeachment’.
Después de 10 horas de debate en las que demócratas y republicanos se acusaban mutuamente de actuar de mala fe, el impeachment fue aprobado por 230 votos a favor y 197 en contra en la primera acusación de abuso de poder, y por 229 a favor y 198 en contra en el caso de la segunda acusación, obstrucción al Congreso. Ningún congresista republicano ha votado contra Trump.
Los votos marcaron la culminación de una extensa investigación demócrata de 3 meses sobre las acusaciones de que el presidente violó su juramento al presionar al presidente de Ucrania para que investigara a sus rivales políticos (en concreto al ex vicepresidente Joe Biden, y su hijo, Hunter, para interferir en la campaña presidencial) a cambio de miles de millones en ayuda militar, y poniendo su interés personal por encima del interés nacional y debilitando así la democracia de Estados Unidos.
Ha llevado casi un año llegar a este punto. Si bien los líderes demócratas de la Cámara de Representantes al principio dudaban mucho en meterse en una investigación de juicio político, eso cambió cuando surgieron nuevas revelaciones sobre Trump y Ucrania.
Sólo a otros dos presidentes de Estados Unidos se les ha hecho un juicio político: Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998. Ambos salieron bien parados, aunque Johnson lo logró por poco, pues apenas faltó un voto para que fuera condenado. Richard Nixon renunció a su cargo en 1974 antes de que pudiera ser acusado formalmente.
Horas antes de la votación, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que era “imperativo” destituir a un presidente por primera vez en dos décadas porque Trump es “una amenaza constante para nuestra seguridad nacional y la integridad de nuestras elecciones”. “Es un hecho establecido que el presidente violó la Constitución”, dijo Pelosi, quien cree que este ha sido un paso necesario para “defender la democracia”.
Mientras en Michigan, en un mitin de campaña, Donald Trump se daba un baño de masas que le vitoreaban, a los que dijo que “el país está mejor que nunca”. “No hicimos nada malo. Y tenemos un tremendo apoyo en el Partido Republicano como nunca antes lo habíamos hecho”. Trump continuó descalificando a los demócratas, a los que considera “panda de locos”. Dijo a la multitud que el partido Demócrata “abarató el proceso” al que llamó “una perversión”, “un juicio político ilegal”, y dice que fabricaron este impeachment porque temen perder las elecciones de 2020. Además augura que los votantes estadounidenses “aparecerán por millones para sacar a Nancy Pelosi de su cargo”.
El hecho de que la Cámara acusó a Trump no significa que será destituido de su cargo, de hecho, es muy poco probable. Los votos solo prepararon el escenario para un juicio contra el presidente en el Senado, que comenzará a principios de enero. El Senado está controlado por los republicanos y se requiere una mayoría de dos tercios para su condena y destitución, o lo que es lo mismo, al menos 67 miembros tendrían que votar para condenarlo y que sea expulsado de la Casa Blanca. Es poco probable que 20 senadores republicanos voten en contra del presidente. Aunque si es considerado culpable, el presidente será destituido.