La mayoría de participantes en el mercado se inclina porque la FED se mantenga en compás de espera en la reunión de julio, que termina este miércoles. “Previsiblemente, la Fed mantendrá su política monetaria sin cambios y se mostrará cautelosa sobre las perspectivas económicas de EE.UU.”, apunta Enrique Díaz, de la firma de pagos internacionales […]
BolsasLa mayoría de participantes en el mercado se inclina porque la FED se mantenga en compás de espera en la reunión de julio, que termina este miércoles. “Previsiblemente, la Fed mantendrá su política monetaria sin cambios y se mostrará cautelosa sobre las perspectivas económicas de EE.UU.”, apunta Enrique Díaz, de la firma de pagos internacionales e intercambio de divisas Ebury. “Esperamos que Powell mantenga la puerta entreabierta al control de la curva de rendimientos para finales de este año -si las condiciones lo justificaran-”, destaca. En definitiva, cree que la Reserva Federal se limitará a “mantenerse a la espera de noticias del Congreso sobre la ampliación la ampliación del programa de prestaciones adicionales a los ingresos”.
El consenso del mercado apunta en la misma dirección, la de no aguardar ninguna actuación específica. A juicio de Franck Dixmier, director de Inversiones Global de Renta Fija de Allianz Global Investors, “respaldada por una combinación de políticas reequilibradas, la Fed ha pasado de tomar medidas a gestionar una crisis”, con decisiones diseñadas para garantizar condiciones financieras atractivas para los emisores públicos y privados. Sin embargo, cree que de momento y pese a las incertidumbres con respecto a la sanidad y el desarrollo macroeconómico, “la Reserva Federal seguirá vigilante y reafirmará su capacidad para hacer más”.
Vigilar la orientación futura
Para los expertos de Bank of America, “la atención se centrará en el escenario para una futura flexibilización”, lo que corre el riesgo de tasas reales más bajas, una curva más plana y un dólar más débil. Es decir, la clave estará en los comentarios que realice el presidente de la máxima entidad monetaria estadounidense, Jerome Powell sobre orientación futura de la Fed o sobre la duración de la compra de activos. Eso sí, tampoco esperan grandes pistas, sino tan solo “unas pocas modificaciones en el párrafo de las condiciones actuales para resaltar la mejora hasta el momento”, además de expresar cautela “ante los signos recientes de desaceleración en algunos de los indicadores de alta frecuencia”.
Por su parte, Jack Janasiewicz, portfolio manager de la gestora de fondos de inversión Natixis Investment Managers, tampoco espera grandes cosas del encuentro de dos días de la Reserva Federal, consciente de que, a tenor de las indicaciones que ya ha dado, los tipos de interés continuarán “siendo muy acomodaticios durante todo este año, el año que viene y probablemente hasta 2022”.
Donde sí cree que “la cosa puede ponerse interesante es en el lado fiscal. El impacto del virus continua su camino y seguimos viendo una recuperación lenta y que puede ser calificada de desigual, aunque vaya en la dirección correcta. Lo preocupante es qué pasa con la discusión fiscal que está teniendo lugar en el Congreso de EE UU sobre los beneficios para el desempleo”.
En concreto, en el Congreso del país se debate un nuevo plan de estímulos con un punto central que genera tensión: el subsidio por desempleo mejorado (de 600 dólares por semana), que vence el 31 de julio. Este experto considera que “estas ayudas realmente han ayudado a cubrir la brecha que se había abierto para toda la gente que ha sido despedida”. Por tanto, asegura que “si el Congreso empieza ahora a reducir esas ayudas o incluso a recortarlas drásticamente, esta clase de impacto empezaría a filtrarse en las expectativas de crecimiento”, y sería ahí cuando se esperaría “una intervención acomodaticia masiva por parte de la Reserva Federal”.
Intervención que sí prevé para hoy mismo Gilles Moëc, Chief Economist de AXA IM. “Estamos convencidos de que se acordarán más estímulos”, sobre todo teniendo en cuenta las “elecciones inminentes” del país. Sin embargo, también advierte de que ese estímulo será “menos generoso” que en otras ocasiones.
Junto a ello, Moëc estima que “el PIB de EE. UU. habría caído un 7% intertrimestral en el 2T frente al 13% de la Eurozona”. Pese a ello, apunta a que aunque EE.UU. pueda obtener mejores datos que la UE en resultados del PIB del segundo trimestre, parece que “el tercer trimestre es más prometedor en Europa que en los EE.UU.“. En definitiva, reconoce que le preocupa “la recaída de la pandemia en los EE. UU. y el efecto indirecto sobre la actividad económica que el mercado hasta ahora ha elegido ignorar”.
Desde La Française AM, su estratega senior, François Rimeu, espera de esta reunión de la Fed, además de que no incremente sus medidas acomodaticias, “una orientación dovish, reafirmando que los tipos se mantendrán bajos durante un largo período de tiempo”, que subraye su oposición a los tipos de interés negativos y que no se implemente el control de la curva de rendimiento. “El tema sigue siendo objeto de debate, pero creemos que los miembros de la Fed preferirán esperar a que haya más claridad macroeconómica antes de actuar”, señala.