Sacyr cerró el primer año de su Plan Estratégico 2021-2025 con un incremento del EBITDA del 28%, hasta los 923 millones de euros. Este importante crecimiento se explica por la buena evolución de los negocios y por el marcado foco concesional de la compañía, En 2021, el 83% del EBITDA procedió de proyectos concesionales con […]
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| 25 feb 2022
Sacyr cerró el primer año de su Plan Estratégico 2021-2025 con un incremento del EBITDA del 28%, hasta los 923 millones de euros.
Este importante crecimiento se explica por la buena evolución de los negocios y por el marcado foco concesional de la compañía, En 2021, el 83% del EBITDA procedió de proyectos concesionales con bajo riesgo de demanda.
La cifra de negocios creció el 3%, hasta 4.675 millones de euros, y la rentabilidad (margen sobre EBITDA) escaló al 19,7%, significativamente por encima (+24% de la registrada en 2020, que fue del 15,9%.
El crecimiento de la compañía se ha logrado en un entorno mundial desafiante, debido a la crisis de la Covid-19, de las materias primas y de la logística.
El beneficio neto del ejercicio fue negativo en 189 millones de euros, afectado contablemente, en gran medida, por el cambio en el método de contabilización de la participación en Repsol, donde Sacyr ha bajado su participación del 8% al 3,1%, tras el vencimiento de varias estructuras de derivados; y por la dotación de una provisión por las Radiales.
La compañía insiste en que este resultado negativo es únicamente contable y no implica salida de caja de la compañía.
En cambio, el beneficio atribuible a los negocios aumentó el 23%, hasta los 111 millones de euros, aún a pesar del impacto negativo de los tipos de cambio en el negocio concesional.