Según datos de la Comisión Europea, España es el tercer país con más potencial de desarrollo de biogás en Europa, con capacidad para alcanzar un potencial de generación de 137 TWh anuales. Aunque a día de hoy únicamente tenemos en funcionamiento 5 plantas de biometano, los gases renovables (biogás, biometano e hidrógeno renovable, entre otros) […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 27 dic 2022
Según datos de la Comisión Europea, España es el tercer país con más potencial de desarrollo de biogás en Europa, con capacidad para alcanzar un potencial de generación de 137 TWh anuales.
Aunque a día de hoy únicamente tenemos en funcionamiento 5 plantas de biometano, los gases renovables (biogás, biometano e hidrógeno renovable, entre otros) están llamados a jugar un papel decisivo en la descarbonización de la economía europea y española, ya que la electrificación no es suficiente para afrontar los retos asociados a la transición energética, principalmente en sectores como el de la producción de calor o el transporte pesado.
Además, el actual conflicto en Ucrania ha puesto de manifiesto la importancia de ganar en independencia y diversificación de las fuentes de energía. Consecuencia de ello, la Unión Europea lanzó en mayo el Plan REPowerEU, que incluye los documentos específicos ‘Acelerador del hidrógeno’ y ‘Plan sobre el biometano’, lo que demuestra el papel clave que van a tener los gases renovables en el corto plazo.
Naturgy, consciente del potencial de estas fuentes de energía y comprometida con la lucha contra el cambio climático y la descarbonización, también ha apostado decididamente por los gases renovables. En este sentido, la compañía ya cuenta con dos de las cinco plantas que actualmente inyectan biometano en las redes de distribución de gas natural de España, y trabaja en el desarrollo de otros proyectos, tanto de biometano como de hidrógeno renovable, con el objetivo de alcanzar una producción de ~1 TWh en el año 2025.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos tanto públicos para su regulación, como privados para avanzar en nuevas inversiones, el sector de los gases renovables precisa de una apuesta clara por parte de las Administraciones, que siente unas bases sólidas y estables para su desarrollo, con el fin de poder aprovechar todo su potencial.
El reciente lanzamiento de la Consulta Pública Previa a la revisión del PNIEC supone una oportunidad a nivel país para fijar unos objetivos vinculantes para la introducción de los gases renovables en el mix energético nacional, que sean ambiciosos, realistas y acordes con el potencial de producción en España. Asimismo, estos nuevos objetivos deberían estar alineados con lo que se está llevando a cabo en Europa, que cuenta con objetivos promedio en torno al 10% equivalente de la demanda de gas natural e incluso más ambiciosos, como el caso de Alemania, que se ha marcado un objetivo equivalente al 20% de su demanda en 2030.
Adicionalmente, es necesario que se desarrolle el marco jurídico europeo sobre el apoyo a las renovables. Por ejemplo, se debe adaptar rápidamente el Plan de Recuperación y Resiliencia a las nuevas líneas y objetivos marcados por REPowerEU. Así como el desarrollo de los mecanismos que permitan una adecuada gestión de las materias primas (residuos agroganaderos, agroalimentarios, urbanos, etc.) para fomentar su valorización mediante digestión anaerobia, frente a otras opciones menos sostenibles.
También se deben impulsar medidas que promuevan el desarrollo de los gases renovables. Entre ellas, la implantación del sistema de Garantías de Origen, ya en curso, permitiendo de esta manera que el consumidor ponga en valor el origen renovable de la energía. Por otro lado, se deben diseñar sistemas de ayudas compatibles con los ya existentes (mercados ETS y obligaciones), desarrollar incentivos fiscales, como por ejemplo la exención de peajes o del impuesto de hidrocarburos. Y, sobre todo, es muy importante simplificar la tramitación administrativa de proyectos.
El contexto actual, combinando las exigencias del REPowerEU con la revisión del PNIEC y la visión circular de la economía, ofrece una oportunidad única para desarrollar todo el potencial de los gases renovables, para convertirlo en pieza fundamental del mix energético español y para hacer de España uno de los líderes a nivel europeo.