La Ley 11/2021 de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal cuenta con un nuevo y llamativo anexo. Todo aquel ciudadano que remita al Fisco, voluntariamente (de momento), los recibos emitidos por algún tipo de transacción realizada con un trabajador autónomo o pyme, será recompensado con créditos fiscales. El Gobierno sigue presionando así […]
Impuestos y normativasDirigentes Digital
| 26 feb 2022
La Ley 11/2021 de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal cuenta con un nuevo y llamativo anexo. Todo aquel ciudadano que remita al Fisco, voluntariamente (de momento), los recibos emitidos por algún tipo de transacción realizada con un trabajador autónomo o pyme, será recompensado con créditos fiscales.
El Gobierno sigue presionando así a la ciudadanía bajo el pretexto de acabar con la elusión fiscal por parte de pequeñas y medianas empresas además de con aquellos trabajadores por cuenta propia. Esta nueva medida apela directamente a los ciudadanos que, a cambio de aquellas facturas en las que aparezcan los datos exactos de su operación, recibirán incentivos.
El borrador se presentó el pasado diciembre cuando Hacienda proponía un sistema a tiempo real de las facturas emitidas por autónomos y pymes, una especie de sistema electrónico que permitiría enviar dicha información directamente a la AEAT. Propuesta que el Ejecutivo lanzó como la solución definitiva al fraude fiscal y que, sin embargo, no está resultando tan sencillo de ejecutar.
No cabe duda de que un envío directo al Fisco de cualquier actividad transmitida por pymes y autónomos resultó ser el gran proyecto del Reglamento. Además, su completa financiación por parte de los fondos del Kit Digital facilitados por el Plan de Recuperación de la Unión Europea, estaría acercando al país a cumplir con los propósitos europeos.
Sin embargo, estos fondos aún no han sido ejecutados, retrasando de este modo también la implementación de la digitalización del sistema tributario, otro de los principales objetivos con los que el Gobierno se comprometió con Bruselas para la obtención de fondos del Plan de Recuperación.
Sumando que para todo ellos se necesita digitalizar pymes y autónomos a partes iguales, el fin de que los pequeños y medianos trabajadores coticen por sus ingresos reales o se termine con los módulos del trabajador por cuenta propia, se está convirtiendo en una ardua tarea.
Portugal es el país más cercano que tenemos y que estaría sirviendo como ejemplo de ‘concienciación fiscal’. El país luso incentiva a sus ciudadanos que remitan sus facturas a través de créditos fiscales, créditos que, para España, necesitarían la aprobación de un proyecto ley al no poderse regular como tal a través de un Decreto.
Apelar a la conciencia del consumidor a través del “Sistema de emisión de facturas verificables” o “Sistema VERI*FACTU”, que así se llamaría el programa digital de la AEAT, sería diferente al Suministro Inmediato de Información (SII). Este último está enfocado a macro empresas cuya facturación sea por encima de los seis millones de euros, pero también aquellas que reciban por un importe igual o superior. Principal disímil a la nueva propuesta del Gobierno que solo se aplicaría a facturas emitidas.
La expedición de facturas por parte de los empresarios y los consumidores será efectiva a través de un código QR y/o código alfanumérico que aparecerá en el ticket. De este modo, la persona que desee contribuir con el Fisco lo hará a través de su sede electrónica o app introduciendo el código compuesto de número y letras o si a través de la lectura del código QR si se cuenta con el lector adecuado.
Modernizar el sistema fiscal, además de que el contribuyente colabore contra la elusión de impuestos, es otro de los objetivos del borrador. Aunque, lo que en un primer momento será una colaboración voluntaria, el objetivo es que exista una “obligatoriedad al final del periodo transitorio”.