El Banco Central Europeo se reúne el 22 de julio con todos los focos puestos en el cambio que han hecho en el objetivo de inflación por primera vez en 18 años. Esta reunión, que se esperaba que fuera de transición, ha tomado un cariz de importancia tras los últimos acontecimientos en el mercado. “Es […]
El Banco Central Europeo se reúne el 22 de julio con todos los focos puestos en el cambio que han hecho en el objetivo de inflación por primera vez en 18 años. Esta reunión, que se esperaba que fuera de transición, ha tomado un cariz de importancia tras los últimos acontecimientos en el mercado. “Es probable que esta reunión sea clave ya que el BCE cambiará la orientación de su política según el nuevo marco y ajustará su comunicación. Por este motivo, seguramente la declaración de política monetaria se modifique notablemente teniendo en cuenta el objetivo “simétrico” revisado del 2%. Aunque no esperamos ningún cambio formal en la política actual esta semana, vemos riesgos de que la reunión tenga un tono demasiado conciliador”, asegura Peter Goves (analista de renta fija en MFS Investment Management.
A pesar de que en esta no se ha concretado nada respecto a los programas de compras de bonos (únicamente que se incorporarán consideraciones de cambio climático), Lagarde se apresuró a comentar posteriormente que para la reunión de julio puede que se adopten nuevas medidas; “en este sentido puede que el forward guidance sea revisado y que se plantee la transición del PEPP (programa de compra de activos por la pandemia) hacia un nuevo formato a partir de marzo 2022”, comenta Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G.
Por todo ello, Ulrike Kastens, Economist Europe de DWS, asegura que “en este escenario, esperamos que el BCE se permita una mayor persistencia en la duración de la expansión de la política monetaria. También creemos que debería mantenerse la decisión de marzo de aumentar el ritmo de las compras mensuales de activos en el Programa de Compras de Emergencia (PEPP)”. Pese a ello, el experto asegura que no se esperan cambios en la política monetaria.
Por su parte, los expertos de PIMCO, Andrew Bosomworth y Konstantin Veit, comentan que “mientras que los precios de los activos han respondido muy bien a la política monetaria no convencional, como la compra de bonos, los precios al consumo han sido menos reactivos, probablemente debido a la capacidad del mercado laboral y a las ganancias de productividad”. En este sentido, ambos consideran que una política más fácil y prolongada debería seguir apoyando los activos de riesgo, pero sin cambios significativos en la amplitud de las respuestas de la política fiscal y monetaria, “nos sigue resultando difícil construir un escenario creíble en el que la inflación aumente de forma sostenible hacia el nuevo objetivo del 2% del BCE”, añaden.
Con todo ello, los expertos no esperan que el BCE anuncie cambios importantes en su política monetaria, pero sí que muestre un apoyo todavía más sólido a su política ultra expansiva que ha llevado a cabo en los últimos años. También caben esperar algunos cambios en los objetivos y forward guidance del BCE, además de la presentación de una transición cuando finalice el PEPP.
El BCE incrementa el objetivo de inflación: claves y repercusiones en la política monetaria