Muchos emprendedores y empresarios no ponen suficiente foco en la importancia de las estrategias y herramientas que deben utilizar para ser diferentes y mejores que su competencia, sin darse cuenta que no hacerlo les lleva a la dura y cruda realidad de un negocio poco rentable. Habitualmente, pymes y autónomos que están en situación de […]
Dirigentes Digital
| 02 mar 2023
Muchos emprendedores y empresarios no ponen suficiente foco en la importancia de las estrategias y herramientas que deben utilizar para ser diferentes y mejores que su competencia, sin darse cuenta que no hacerlo les lleva a la dura y cruda realidad de un negocio poco rentable.
Habitualmente, pymes y autónomos que están en situación de escasa o nula rentabilidad no hacen más que lamentarse pensando que ellos no pueden hacer nada para cambiar la situación. Se refugian y tratan de consolarse diciéndose que el mercado está mal, que el cliente busca siempre lo más barato, que los impuestos los “comen” o que ha aparecido competencia desleal. No se paran a pensar en que el problema pueda estar en ellos, en su falta de innovación y diferenciación.
En las formaciones de LEVEL UP hacemos ver al empresario que si no actúa, si no es capaz de competir por diferenciación, si no aprende a usar herramientas para captar al cliente, lo perderá, porque cuando este no detecta claramente las diferencias entre un producto o servicio, cuando pide opciones y ninguna de las que se le ofrece le da un motivo suficientemente para elegir esa opción por encima del resto, el elemento que al final le hace tomar la decisión es el dinero.
Y hay que tener claro que las pequeñas y medianas empresas jamás podrán competir por precio, y mucho menos sostenerse y ser rentables en el tiempo, pues los estrechos márgenes de beneficio que consiguen bajando precios no les dejarán sobrevivir.
Si nos paramos a pensar qué es lo que ha permitido que empresas como Google, Apple, Ikea o Tesla, hayan tenido un crecimiento radical del negocio en un corto espacio de tiempo, observamos que independientemente del sector o del cliente de cada una, lo que todas tienen en común es que son absolutamente diferentes al resto.
Estos grandes empresarios detectaron lo que se conoce en el mundo empresarial como océano azul, un espacio sin explotar, en el cual hay un gran volumen de clientes que sí están dispuestos a poner su dinero en su propuesta, y eso supone un crecimiento exponencial.
Pensar que la innovación depende de una brillante idea o de una inspiración, no es siempre cierto. El chef Ferrán Adriá lo definió con tres palabras: “Innovación es conocimiento”, y siguiendo esa máxima cambió radicalmente la industria de la gastronomía en el mundo en el siglo XX.
Innovar es un concepto muy amplio, que debe buscarse e implementarse de cara al cliente, pero en LEVEL UP estamos convencidos de que también hay que hacerlo dentro del negocio, solo de esta manera el pequeño y mediano empresario podrá competir y conseguir resultados mayores en su negocio, además tener más tiempo libre.
En nuestra escuela de negocios, somos partidarios de involucrar al equipo de los procesos de innovación, trabajar con diferentes estrategias, participar en cursos, leer libros, conocer el sector y aprender y atreverse a hacer cambios. La empresa debe dedicar parte de su tiempo a formarse y capacitarse a integrar esas herramientas y después a utilizarlas una y otra vez.
La innovación no siempre tiene que ser radical o disruptiva como los ejemplos de grandes empresas que hemos citado antes, también está y debe estar en asuntos más cotidianos como puede ser atender mejor el teléfono, presentar mejor tu producto o servicio, simplificar el proceso de compra, hacer que sea más agradable para tu cliente, conseguir que sea más fácil recomendarte, o que aparezcas en más lugares es más visibles.
Generar eficiencia y agilidad dentro del negocio es algo que poco a poco todos los empresarios deben incluir, especialmente en unos tiempos tan convulsos y tan inestables en los que estamos, en los que solamente los mejores podrán sobrevivir.