Carlos Slim comienza a recoger el esfuerzo invertido en FCC. El grupo de construcción ha registrado un beneficio neto de 151,1 millones de euros y con ello las ganancias del grupo se incrementan un 168% durante el primer semestre del año. En una nota, el grupo ha explicado que este resultado se apoya en el […]
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| 31 jul 2018
Carlos Slim comienza a recoger el esfuerzo invertido en FCC. El grupo de construcción ha registrado un beneficio neto de 151,1 millones de euros y con ello las ganancias del grupo se incrementan un 168% durante el primer semestre del año.
En una nota, el grupo ha explicado que este resultado se apoya en el “buen comportamiento” de las actividades de explotación en todas las áreas de negocio, además de unos menores costes incurridos en la estructura financiera de FCC.
En este sentido, la cotizada ha conseguido reducir el gasto financiero un 24,7%, con 82,5 millones fruto de las diversas acciones de refinanciación y optimización llevadas a cabo.
Siguiendo esta línea, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se ha elevado un 12,3%, pasando así de los 376 millones a los 422,1 millones, lo que ha permitido un aumento en 1,4 puntos porcentuales de la rentabilidad de ingresos. En el momento actual, esta magnitud se sitúa en el 14,9%, una de las cotas más altas que ha registrado el grupo FCC.
Pese a ello, los ingresos solamente han subido un 1,7%, hasta los 2.838,1 millones, respaldado por la evolución en las áreas de Medio Ambiente y Agua. En moneda constante, esta magnitud ha experimentado un aumento del 4%.
La relevancia de estos resultados radica en que son los primeros que la compañía presenta en positivo tras cinco años consecutivos presentando pérdidas.
Si se analiza por segmentos, el área de medio ambiente se sitúa como el mayor contribuyente con una representación en el Ebitda del 50,2%, seguido de la división de agua con el 26,9%. Tampoco se quedan atrás construcción (9%) y cemento (9,3%), sobre todo este últimoa que refleja la mejora de la contribución del negocio en España.
En el momento actual, la deuda asciende a 3.780 millones de euros, una cantidad que el magnate mexicano espera reducir con la venta del 49% su filial Aqualia al fondo australiano IFM, valorada en más de 1.000 millones.