La Reserva Federal celebra entre el 2 y el 3 de noviembre su reunión mensual, una de las más transcendentes en lo que va de año. Y es que, el banco central estadounidense podría anunciar una reducción en el ritmo de compra de activos. “Estamos de acuerdo, y esperamos que la Fed reduzca el ritmo […]
BolsasLa Reserva Federal celebra entre el 2 y el 3 de noviembre su reunión mensual, una de las más transcendentes en lo que va de año. Y es que, el banco central estadounidense podría anunciar una reducción en el ritmo de compra de activos. “Estamos de acuerdo, y esperamos que la Fed reduzca el ritmo en 15.000 millones de dólares al mes, lo que pondría fin al programa para la reunión del FOMC de mediados de junio de 2022”, comenta Tiffany Wilding, economista estadounidense de PIMCO.
Actualmente, la Fed está comprando activos a un ritmo de 120.000 millones de dólares mensualmente. Por tanto, la reducción de 15.000 millones no sería demasiado elevada. Pero, sí sería el inicio del tapering. El objetivo, según el consenso de mercado, es se complete a mediados de 2022, antes de la primera subida de tipos esperada. “Es una hoja de ruta bien calculada y el mercado lleva meses esperándolo. Es posible que generen cierto alivio. Nosotros pensamos que los mercados están relajados con razón respecto a un aumento del techo de la deuda estadounidense en diciembre”, asegura Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.
Además de este esperado anuncio, también los ojos estarán puestos en las posibles subidas de tipos que llegarían en los próximos meses – no se esperan antes del segundo semestre de 2022 – y en el mensaje que Jerome Powell lance con respecto a la inflación. “Creemos que el presidente Powell probablemente separará el taper y las subidas de tipos como dos decisiones distintas; estas últimas dependerán de que la inflación realizada y futura se sitúe en el 2% o más, junto con la consecución del máximo empleo”, aseguran desde Bank of America.
En cuanto a la inflación, los expertos aseguran que es probable que advierta que las restricciones de la oferta durarán hasta 2022, lo que dará lugar a una inflación elevada y continuada. Pero, “si la inflación persistente corre el riesgo de subir mucho más a través de los salarios y las expectativas de inflación, la Fed no dudará en reaccionar, en nuestra opinión”, aseguran en BoFA.
Sin embargo, más que la esperada retirada de estímulos, la inflación parece que será la clara protagonista en esta reunión debido a la creciente preocupación de la Fed sobre este asunto. “La Fed parece estar algo más preocupada por la inflación que hace unos meses, pero aún no está dispuesta a combatirla agresivamente, con subidas de tipos. La narrativa ha cambiado, y la intervención verbal puede ser la primera arma de la Fed. O, dicho de otro modo, Jay Powell nos dio implícitamente un nuevo plazo para que la inflación muestre signos de normalización: a finales del segundo trimestre de 2022, como muy tarde”, apunta Christian Scherrmann, U.S. Economist para DWS. Por tanto, será fundamental escuchar el mensaje de Powell tras la reunión, ya que podrá anticipar los próximos movimientos de la Reserva Federal.
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