Cada vez es más frecuente que al entrar en una página web nos salte un aviso para aceptar notificaciones, para apuntarnos a su lista de correo o para, simplemente, mostrarnos un nuevo anuncio. Lo cierto es que según un estudio de Mozilla Firefox, los usuarios rechazan el 97% de estas interacciones que las webs proponen. […]
Dirigentes Digital
| 03 abr 2019
Cada vez es más frecuente que al entrar en una página web nos salte un aviso para aceptar notificaciones, para apuntarnos a su lista de correo o para, simplemente, mostrarnos un nuevo anuncio. Lo cierto es que según un estudio de Mozilla Firefox, los usuarios rechazan el 97% de estas interacciones que las webs proponen. Pero… ¿Cómo discriminarlos los que pueden interesar y los que no? Esa es la pregunta que se hacen los desarrolladores de navegadores y que están intentando resolver en sus algoritmos.
Tanto los ingenieros de Chrome como los de Firefox están realizando pruebas al respecto para ajustar sus navegadores. Intentan conseguir que no se muestren cuando los usuarios puedan ser menos proclives a utilizarlos pero la tarea es compleja.
Para los propietarios de los sitios webs que empresas externas puedan decidir o no la utilidad de funcionalidades que ellos implementan conscientemente en sus páginas web es, a priori, algo negativo. Y en la doble vertiente de proveedores de acceso a los sitios y de herramienta de los usuarios tratan desde los navegadores de resolver la cuestión.
Es cierto que cuando alguien entra en una web lo hace para ver su contenido y no para tener que andar respondiendo preguntas sobre si quieres seguirlos en las redes sociales, si quieres notificaciones, si quieres estar la última sobre su contenido… Pero aun así, el usuario tiene la capacidad de decisión sobre si desea entrar o no en un sitio por segunda vez, algo que cuestiona la posibilidad de que sean los navegadores quienes discriminen lo que se ofrece y lo que no.
Además, el problema se amplifica cuando toca de lleno el campo de la publicidad que muchos medios y blogs utilizan para monetizar su trabajo. Si un navegador impide que se muestren, esto repercutirá de forma negativa en sus ingresos, algo extremadamente delicado en cualquier caso.
Tanto Google como Mozilla trabajan en desarrollos en este campo para Chrome y Firefox, habrá que esperar para ver el resultado y sobre todo, si las hay, las quejas de los propietarios de los sitios web, e incluso de los usuarios.