La tecnológica, liderada por Tim Cook, tendrá que desembolsar hasta 500 millones de dólares después de reconocer que inhibió intencionalmente el rendimiento de varios modelos de iPhone. La compañía admitió en diciembre de 2017 que utilizaba actualizaciones de software para ralentizar los iPhones más antiguos que estaban causando una disminución del rendimiento en los teléfonos […]
Dirigentes Digital
| 04 mar 2020
La tecnológica, liderada por Tim Cook, tendrá que desembolsar hasta 500 millones de dólares después de reconocer que inhibió intencionalmente el rendimiento de varios modelos de iPhone.
La compañía admitió en diciembre de 2017 que utilizaba actualizaciones de software para ralentizar los iPhones más antiguos que estaban causando una disminución del rendimiento en los teléfonos móviles.
Algunos clientes sugirieron que Apple lo hizo para obligar a los usuarios a comprarse el último modelo de iPhone, pero la compañía dijo que su objetivo era abordar problemas con baterías de iones de litio más antiguas que harían que los teléfonos se apagaran repentinamente para proteger sus componentes.
Más tarde, Apple se disculpó y ofreció reemplazos de batería a sus clientes por 79 dólares, que redujo a 29 dólares en enero de 2018. El CEO de la compañía admitió un año después que los ingresos para 2018 se vieron afectados en parte por el “precio significativamente reducido para los reemplazos de batería de iPhone”.
Una demanda colectiva de clientes quería llevar a la compañía de la manzana a juicio. Pero la compañía tecnológica llegó a un acuerdo con los abogados que representan a los demandantes. El acuerdo de conciliación requiere que Apple pague 3.500 dólares a cada usuario de iPhone nombrado en la demanda y 93 millones para los abogados, según documentos publicados por el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en San José, California. El resto se distribuirá entre los propietarios de modelos de iPhone 6, 6S, 7 y SE que cumplan con los requisitos de elegibilidad. El monto que recibirá cada uno podría situarse en los 25 dólares por dispositivo afectado.
Dicho acuerdo de conciliación, que está sujeto a la aprobación de un juez de California el 3 de abril, limita una batalla legal que se ha prolongado durante más de dos años durante la cual Apple intentó aliviar una reacción global.
Los usuarios de iPhone en Estados Unidos pueden presentar reclamaciones de liquidación si poseían un dispositivo iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus, 7, 7 Plus o SE comprado antes del 21 de diciembre de 2017.
La cantidad que Apple deberá pagar tras este acuerdo es insignificante teniendo en cuenta la enorme reserva de efectivo que tiene y sus valores negociables (más de 207.000 millones a 28 de diciembre de 2019). Sin embargo podría ser un duro golpe para la reputación de la compañía, como también lo puede ser la implicación de la Apple en prácticas comerciales poco éticas, que además podría disminuir el optimismo de los inversores en la empresa.
Apple se ha enfrentado a varias demandas en los últimos dos años, la más reciente en diciembre de 2019, cuando un cardiólogo de la Universidad de Nueva York demandó a la tecnológica por el uso del Apple Watch de su monitoreo de latidos cardíacos, inventado por él y patentado. Si la demanda sigue adelante, dará lugar a la eliminación de esta función del Apple Watch y esto podría perjudicar la posición competitiva del producto a largo plazo.
Además, se presentó una demanda colectiva contra Apple en abril de 2019, por un supuesto defecto de diseño en sus relojes inteligentes de segunda y tercera generación. Esto podría dañar aún más las perspectivas del producto en el mercado de dispositivos portátiles.
La compañía de la manzana también enfrentó una demanda en junio de 2019 cuando dos desarrolladores de aplicaciones demandaron a Apple por presunta conducta anticompetitiva y monopolización de la tienda de aplicaciones.