Este sábado Mundo Crypto reunió en el WiZink de Madrid a 7000 personas, y a otras 3000 que siguieron el acto a través de YouTube, en lo que se presentaba como “el mayor evento de criptomonedas del mundo”. Entre los ponentes de Mundo Crypto había cuatro diputados de El Salvador, que el pasado mes de […]
Dirigentes Digital
| 30 ago 2022
Este sábado Mundo Crypto reunió en el WiZink de Madrid a 7000 personas, y a otras 3000 que siguieron el acto a través de YouTube, en lo que se presentaba como “el mayor evento de criptomonedas del mundo”. Entre los ponentes de Mundo Crypto había cuatro diputados de El Salvador, que el pasado mes de septiembre se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el Bitcoin como moneda legal.
Por el escenario del WiZink pasaron Dalia González, presidenta de la Comisión Financiera del país centroamericano; Caleb Navarro, secretario de esa misma comisión; y los diputados Héctor Sales y Óscar García. Los cuatro pertenecen a Nuevas Ideas, el partido gobernante dirigido por Nayib Bukele, y dedicaron su intervención a loar el supuesto progreso y la supuesta prosperidad que la adopción del Bitcoin ha llevado a su país. Pese a su gran actividad en redes sociales, donde comparten su agenda diaria con sus seguidores, ninguno de los cuatro hizo en Twitter ni una sola publicación informando de su viaje a Madrid para participar en el evento cripto.
Navarro se vanaglorió de que la Ley Bitcoin, un documento de apenas tres páginas y redacción difusa, supone un acontecimiento “histórico” para su país y para el mundo entero. Para ser tanta su importancia, lo cierto es que su anuncio y aprobación tuvieron lugar en tiempo récord y sin debate público. Bukele anunció su intención de adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal en una conferencia en Miami, y la presentación y aprobación del texto legislativo se completó en cuestión de horas gracias a la amplia mayoría parlamentaria de su partido.
Seis días antes de que se aprobase la ley el programador de software Mario Gómez, uno de los críticos mejor informados de la Ley Bitcoin, recibió en su domicilio la visita de varios policías armados con fusiles. Pese a no contar con una orden de detención en su contra, los agentes se llevaron a Gómez a una comisaría para soltarlo a las pocas horas. Gómez vive ahora exiliado en Estados Unidos, desde donde sigue denunciando las “contradicciones” de una Ley Bitcoin que, a su juicio, supone de facto impulsar “un monopolio privado con fondos estatales (…) un monopolio que no permite una adopción orgánica, no permite que haya otros competidores, no permite que realmente pueda existir un caso de uso”.
En los primeros meses desde la entrada en vigor de la ley, el ejecutivo de Bukele ha gastado algo más de 104 millones de dólares en la compra de 2301 criptomonedas. Dada la fuerte caída del precio de los criptoactivos en los últimos meses, la remesa de criptomonedas salvadoreña ha reducido su valor en casi un 60%, siendo ahora de 42 millones de dólares. Pese a ello, el pasado mes de julio Bukele anunció la compra de 80 nuevos Bitcoins por un valor de 1,5 millones de dólares. Al presidente salvadoreño no parece preocuparle el desplome del valor de este activo: “Lo único que puedo hacer es sonreír”, dijo en una rueda de prensa. Bukele animó a los ciudadanos de El Salvador a “dejar de mirar la gráfica y disfrutar de la vida. La inversión en Bitcoin es segura y su valor crecerá muchísimo”.
Pese al recalcitrante optimismo de su presidente, la verdad es que El Salvador tiene motivos para temer por su economía. El país debe abonar este año 329 millones de dólares en intereses de sus bonos internacionales, y otros 800 millones adicionales de un bono que vencerá en 2023. Ante este panorama, el Fondo Monetario Internacional ha instado a Bukele a “limitar el alcance de la Ley Bitcoin eliminando su condición de moneda de curso legal". Pero nada de esto se dijo el pasado sábado en el WiZink.
El presentador del evento dio paso a los representantes de lo que él llamó “el gran gobierno de El Salvador”. González, llegada desde “la capital del Bitcoin”, dijo que esta criptomoneda ha llevado a su país multitud de “retos, esperanzas y oportunidades para que la comunidad Bitcoin pueda crecer”. Todo ello gracias “al mejor presidente del mundo entero, que es Nayib Bukele”, exclamó entre los vítores y aplausos de los asistentes.
González se ufanó de que “la población salvadoreña nos dio el poder para aprobar esa ley”, pero no dicen lo mismo las encuestas de los organismos oficiales de su país. Un sondeo publicado en 2021 por el Instituto Universitario de Opinión Pública reflejaba que 7 de cada 10 salvadoreños creían que debía derogarse la Ley Bitcoin. Además, 9 de cada 10 reconocían tener “una noción imprecisa” de lo que es el Bitcoin.
Escuchándola daba la impresión de que el uso del Bitcoin es generalizado en la vida cotidiana de la población salvadoreña, pese a que todos los datos indican lo contrario.
“Antes de esta ley, solo el 30% de la población tenía acceso a servicios y productos financieros. Gracias al Bitcoin hay más personas en El Salvador incluidas en el sistema financiero, y los emprendedores pueden hacer sus transacciones utilizando Bitcoin. Hay más de 3 millones de salvadoreños que hacen transacciones inmediatas de criptomonedas sin comisión”.
Al aprobarse la Ley Bitcoin, el gobierno ofreció un incentivo de 30 dólares, el 0,7% del ingreso medio anual de los salvadoreños, a todos los ciudadanos que se descargasen Chivo Wallet, el monedero digital para pagar con Bitcoin. El propio Bukele aseguró que tres millones de salvadoreños, lo que supone el 60% de la población adulta, descargó e instaló la app de criptomonedas.
Sin embargo, la mayoría de ellos dejó de usar Chivo Wallet una vez gastados esos 30 dólares. Un estudio elaborado por tres economistas estadounidenses señala que solo el 10% de los usuarios de la app siguieron usándola tras agotar el incentivo. La investigación, publicada en febrero de 2022, asegura que en los dos primeros meses de este año no se registró ni una sola descarga de Chivo Wallet.
Otra encuesta, esta elaborada por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador el pasado mes de marzo, muestra que solo el 14% de las empresas salvadoreñas utilizó el Bitcoin en sus primeros seis meses como moneda oficial. En ese mismo periodo de tiempo se establecieron en el país 48 nuevas empresas del sector de la criptomonedas. Según declaró al New York Times Leonor Selva, la directora ejecutiva de la Asociación Nacional de la Empresa Privada de El Salvador, se trata de empresas que apenas contratan a trabajadores locales y que atraen poca inversión: “En el día a día, el impacto ha sido nulo”.
Toma la palabra Caleb Navarro para lamentar que, hasta hace poco tiempo, a su país se le conocía solo “por las pandillas y por las maras, pues llegó a ser uno de los países más peligrosos de América Latina”. Pero, y una vez más gracias por supuesto a Bukele, El Salvador se ha convertido en “el país más seguro de América Latina y hemos logrado tener cero homicidios en 200 días, lo que abre las oportunidades para que los inversores se fijen en El Salvador”. Algunos medios independientes, como el periódico El Faro o Reuters, han cuestionado la veracidad de esos 200 días sin homicidios de los que presume el gobierno de Bukele.
El último en intervenir fue Héctor Sales, y lo hizo para anunciar que “El Salvador va a ser el primer país con una ciudad Bitcoin en la que todos los que vayan a invertir podrán naturalizarse salvadoreños de manera inmediata. Va a haber un marco legal que les va a dar seguridad jurídica y van a tener cero impuestos”. “Será una ciudad para ustedes”, remató Dania González antes de despedirse esperando ver pronto por El Salvador a los inversores de Mundo Crypto.