La crisis del Covid-19 está detrás de la merma en el ahorro financiero de las familias españolas en el primer trimestre del ejercicio. Según Inverco en base a datos del Banco de España, este ahorro -entendido como el saldo activos financieros– estaba en niveles de 2,29 billones de euros al cierre del mes de marzo. […]
La crisis del Covid-19 está detrás de la merma en el ahorro financiero de las familias españolas en el primer trimestre del ejercicio. Según Inverco en base a datos del Banco de España, este ahorro -entendido como el saldo activos financieros– estaba en niveles de 2,29 billones de euros al cierre del mes de marzo. Por tanto, los hogares españoles han visto cómo entre enero y marzo su ahorro ha disminuido en 108.613 millones de euros, un 4,5% menos que el que se registraba al cierre de diciembre de 2019. Según explican desde la asociación presidida por Ángel Martínez Aldama, ha sido la notable corrección de los activos vinculados a mercado lo que está detrás de este dato.
Por lo que toca a nuevas inversiones en activos financieros por parte de las familias, el volumen total de operaciones ha superado los 10.000 millones de euros en el primer trimestre. Y entre ellas destacan las compras netas de renta variable cotizada (3.813 millones) y de participaciones en Instituciones de Inversión Colectiva (1.474 millones), además de fijarse en nuevos depósitos. De hecho, la estructura del ahorro financiero de las familias sigue asentada sobre los depósitos y el efectivo, con un 40% del total, frente al peso del 9% de los fondos de inversión, del 5% de los Planes de Pensiones o del 27% en inversión directa ( renta fija, renta variable u otras participaciones).
Los datos que recoge Inverco en su Informe sobre el Ahorro Financiero de las Familias Españolas apuntan a un descenso del endeudamiento de las familias españolas hasta los 761.096 millones de euros en el primer trimestre, con lo que el ratio de apalancamiento frente al PIB se sitúa en el 61,5%, la cifra más baja en 15 años.
Con todo, a pesar del descenso de los pasivos financieros de las familias, la reducción en sus activos ha encogido su riqueza financiera neta frente a un año antes hasta los 1,52 billones de euros.