El Gobierno de Pedro Sánchez se propuso cambiar las preferencias de los planes de pensiones para fomentar los de empleo frente a los individuales. Para ello, redujo los límites en las aportaciones que se podían desgravar en el IRPF, que anteriormente eran de 8.000 euros y ahora está en los 1.500 euros. Sin estos beneficios […]
El Gobierno de Pedro Sánchez se propuso cambiar las preferencias de los planes de pensiones para fomentar los de empleo frente a los individuales. Para ello, redujo los límites en las aportaciones que se podían desgravar en el IRPF, que anteriormente eran de 8.000 euros y ahora está en los 1.500 euros. Sin estos beneficios fiscales, las aportaciones a los planes han caído, nada más y nada menos, que en 1.900 millones de euros en tan solo 18 meses. Pero este no es el único dato preocupantes, y es que tal y como avanzó Inverco el patrimonio ha caído en 7.000 millones, el mayor descenso desde la crisis de 2008.
Otros datos que también muestran el problema que están viviendo los planes se puede ver en la comparativa entre aportaciones y prestaciones. Ya que las aportaciones acumuladas en el segundo trimestre llegaron a los 1.493 millones, frente a las prestaciones, que fueron de 1.998 millones. Esto supone que se ha dado un rescate y fuga de dinero de 505 millones de euros. Todo ello, pese a las estrictas condiciones que existen para rescatar un plan de pensiones en nuestro país.
Ahora, el Gobierno socialista busca otras vías para fomentar las aportaciones a los planes de pensiones y frenar la sangría que se está dando. En concreto, y tal y como ha avanzado Hacienda, se mantiene en 10.000 euros el límite máximo para las cantidades aportadas a los sistemas de previsión social que no hayan sido objeto de reducción de la base imponible del IRPF antes de 2022, sin importar si son realizados por el trabajador o la empresa.
Hasta ahora, la norma limitaba a 1.500 euros al trabajador y a 8.500 euros a la empresa. Ahora, mantienen esos 10.000 euros, pero elimina estos límites anteriores, haciendo más atractivas las aportaciones para los trabajadores y más simples los cálculos. Aunque, otro punto muy llamativo es ese carácter de retroactividad, ya que las aportaciones pendientes de reducción se pueden aplicar a las cantidades anteriores a la entrada de este Real Decreto, que está por aprobar. Es decir, se simplifica el cálculo y se mejoran las condiciones para poder desgravar esas aportaciones que ya se han realizado.
Los planes de pensiones eran un producto que gestionaban, en exclusiva, las gestoras españolas. Pero, ahora se ha permitido la entrada de estos productos a nivel europeo. Algo que supone una mayor competencia y algunas diferencias importantes en las regulaciones. Por eso, desde Inverco piden “eliminar todas las regulaciones españolas, para adaptarlas a Europa y que las gestoras españolas tengan el mismo terreno de juego y no lo tengan más difícil. También es necesario ir desarrollando la legislación de manera proactiva para promover fondos sostenibles con exención fiscal y regulando los fondos institucionales”, advertía su presidente Martínez Aldama.