Los principales actores ya lucen las ofertas que podremos conseguir si portamos nuestro contrato durante los meses más calurosos del año.. No obstante, tal y como señalan desde el comparador HelpMyCash.com, este año algunas de las principales operadoras actualizarán el precio de algunas tarifas. ¿Cuáles son los clientes que se verán perjudicados? ¿Qué ofertas de fibra óptica podremos aprovechar si queremos evitar las subidas?

Movistar y Orange, subidas en julio

El verano de 2019 no va a ser tan idílico como los anteriores. Dos de las principales operadoras de Internet y telefonía móvil han anunciado que encarecerán algunos de sus productos más populares. Así, por ejemplo, la primera que actualizará sus precios será Movistar con una subida de tres euros mensuales en sus paquetes de fibra óptica y fijo a partir del 5 de julio.

A cambio de esta subida de precio, la azul ofrecerá fibra óptica simétrica de serie, algo que hasta ahora implicaba sumar cinco euros adicionales a nuestra factura. Por lo cual, estaríamos ante una mejora. No obstante, este beneficio es algo que sus rivales ofrecen de forma gratuita. Por lo que, en resumen, estamos ante una jugada arriesgada por parte de la teleco más longeva de nuestro país. Y es que no debemos perder de vista que con esta actualización su precio de base ya llega a los 66,40 euros/mes para los 100MB, mientras que sus rivales se mueven entre los 29,99 euros/mes y los 44,10 euros/mes.

Esta subida llegará con un incremento en los combinados Fusión Total y Total Plus (Internet, fijo, móvil y televisión) de un 7%, lo que implicará pagar 10 euros más al mes, con lo que nos moveremos en los 140 euros y 165 euros mensuales. Eso sí, esta reforma se hará solo en los Fusión Total y Total Plus a cambio de 8 GB más en sus líneas móviles. En cambio, para la modalidad más básica (Fusión 0) se reserva una subida de dos euros mensuales sin que se especifique una mejora.

Pero no será la única que haga ajustes este verano. Orange ha revelado que a partir del 28 de julio revisará las condiciones de los antiguos Love Esencial y Love Sin límites. Aunque estos paquetes ya no se pueden contratar, los antiguos clientes pudieron mantenerlos cuando en enero la operadora presentó sus nuevos packs. No obstante, poco les ha durado la alegría de evitar las temidas subidas. Así, la naranja igualará sus antiguas versiones con los nuevos Love personalizables. Esto supondrá un incremento de entre uno y 10 euros/mes a cambio de entre 2GB y 10GB extras, en función del paquete contratado.

Promociones con las que rebajar las facturas

La decisión de Movistar y Orange es, como poco, curiosa. Pese a que estos ajustes de precios los podrían hacer en cualquier momento del año, el consumidor más ahorrador debe agradecer que las telecos se hayan decidido a hacerlos ahora. ¿El motivo? Estamos en plena campaña de verano y eso se traduce en ofertas que podemos aprovechar, ya que el cambio unilateral de las condiciones de nuestra tarifa nos permite cambiarnos a otra compañía sin que se nos pueda penalizar por incumplimiento de contrato.

Por ejemplo, ahora mismo podemos conseguir el doble de gigas móviles si nos decantamos por los paquetes convergentes de Amena o MásMóvil. Así, el paquete completo más económico (Tarifa Fibra + Móvil 19,95 de Amena) nos permite disfrutar de 50MB de fibra óptica, fijo y móvil con llamadas ilimitadas y 20 GB por 40,95 euros/mes.

Si buscamos una rebaja, Jazztel y Vodafone nos permiten disfrutar de un 50% en sus convergentes. De hecho, la teleco roja lo aplica sobre sus nuevos combinados con móvil ilimitado. Por lo cual, al contratarlo ahora, podemos disfrutar de One ilimitada con fibra a 100MB, fijo ilimitado y móvil con llamadas y GB ilimitados por 31,99 euros/mes durante tres meses. Aunque luego sube a 64,99 euros, sale mucho más rentable que el paquete de fibra óptica y fijo de Movistar, que se queda a solo 50 céntimos de diferencia con un servicio menos.

En definitiva, existen muchas opciones entre las que elegir. Eso sí, no debemos precipitarnos. Una buena decisión requiere analizar bien qué servicios necesitamos realmente y cuánto estamos dispuestos a pagar por ellos. Solo así evitaremos acabar pagando de más por extras que no amortizamos.