En principio, las medidas acomodaticias (compras de deuda) y sin precedentes (tipos de depósito negativo) tomadas por los bancos centrales y la reacción de los mercados a las mismas, abaratan los costes de financiación de las distintas entidades, pero también tensionan sus márgenes de depósito y, por ende sus beneficios, ahora que parecen poder volver a "levantar el vuelo" tras años de crisis.
"A corto plazo, el impacto general de los tipos de interés negativos probablemente sea moderadamente negativo para la banca, ya que va a traer consigo presión sobre márgenes y ganancias, que pueden obligar a las entidades a reducir sus costes aún más profundamente", explica Lousie Lundberg, analista de crédito de Standard & Poor’s (S&P).
Sin embargo, la agencia ha encontrado que estos tipos "ultrabajos" reducirán al mismo tiempo los costes de financiación mayorista de los bancos, ante los menores rendimientos de la deuda soberana.
De hecho, estos expertos creen que las entidades de la periferia europea serán las más beneficiadas, ya que han tenido que "pelear" con costes de financiación "relativamente mayores", mientas que los sistemas financieros de los países core de la Zona Euro, Dinamarca, Suecia y Suiza "tienen menos que ganar".
Los pasos sin precedentes que han dado los bancos centrales "podrían ser positivos para el sector financiero, ayudándole a evitar un periodo de franca recesión y deflación prolongada en la región. Esto es una importante suma para esta industria. Ahora bien, la búsqueda de rentabilidad se intensificará, alimentando aún más al mercado de bonos, las Bolsas y el inmobiliario, así como los riesgos generales del sistema a largo plazo", añade esta experta.
En este sentido, la firma reconoce que "en algún momento, los flujos de liquidez derivados del QE del BCE ‘descansarán’ y las potenciales sobrevaloraciones que se hayan producido en acciones o inmobiliario probablemente hagan que los inversores reacciones rápidamente ante cualquier signo de reversión de la política".
Por ejemplo, señala S&P, una forma de "vigilar" el devenir de los acontecimientos sería "una aceleración repentina de la inflación, tras, quizá, un repunte mayor de lo esperado de los precios del petróleo. Otros desencadenantes imprevistos, como los eventos geopolíticos, también podrían dar lugar a una rápida reversión de los flujos de los inversores. Como consecuencia de todo eso, vemos un riesgo creciente y claro de que los desequilibrios económicos y financieros están aumentando, por lo que la corrección de los mismos podría ser repentina y aguda", advierten.
Morosidad y crédito, "caballo de batalla" de la banca española
Según los últimos datos publicados por el Banco de España (BdE), la cifra de créditos morosos cayó ligeramente hasta los 171.652 millones de euros en enero, desde los 172.603 millones.
Si bien, la tasa de morosidad repunta ligeramente hasta el 12,54%, desde el 12,50% de finales de 2013.
Por su parte, el saldo de crédito se redujo en el primer mes del año hasta los 1,368 billones de euros.
hemeroteca