Francisco González, de 74 años y que tras 18 años dirigiendo el grupo se jubilará a final de año, no sorprendía al mercado designando como su sucesor al todavía consejero delegado, Carlos Torres. Y es que a BBVA le restan muchos obstáculos que sortear en los próximos tiempos y nada apunta a que en el […]
BolsasFrancisco González, de 74 años y que tras 18 años dirigiendo el grupo se jubilará a final de año, no sorprendía al mercado designando como su sucesor al todavía consejero delegado, Carlos Torres. Y es que a BBVA le restan muchos obstáculos que sortear en los próximos tiempos y nada apunta a que en el corto plazo vaya a cambiar de manera consistente en su cotización.
BBVA es la firma que más capitalización ha perdido desde el verano: más de 5.000 millones de euros. Su rentabilidad por dividendo se ha disparado enormemente y, de hecho, se espera que se incremente hasta casi el 6% en los próximos dos años. En este sentido, desde Renta 4 apuntaban que la política de dividendos de la entidad tiene un objetivo de payout que oscila entre el 35% y el 40%, pero ni eso llama la atención a los inversores. Principalmente, porque es el único banco español del que se espera un descenso de los beneficios para el próximo trimestre.
Al banco le queda mucho por hacer. De más de 45.000 oficinas de las que disponía el sistema bancario español en 2008, el número total de sucursales en España se redujo en más de un tercio, a 27.480 en 2017. El proceso de digitalización lo sigue teniendo en curso: todos los bancos calificados públicamente por Scope continúan reportando caídas trimestrales en esta línea.
BBVA también continúa reduciendo su número de oficinas físicas en España, pero esto es más un resultado del modelo de distribución que cambia rápidamente de los canales físicos a los digitales, que “se adapta a las preferencias y el comportamiento cambiantes de los clientes”, destacan desde Scope. El avance en lo digital le sigue suponiendo un reto. Al igual que competir con nuevos contendientes como las Fintech.
Desde la agencia de calificación señalan que BBVA seguirá con esta dinámica “independientemente del proceso de fusiones y adquisiciones”. A medio plazo, las redes de sucursales “perderán importancia”. Pero aún falta mucho para estar en consonancia con el entorno y los bancos están sufriendo paralelamente esta nueva dinámica con la depresión de los márgenes de ganancias por las políticas de tipos de interés bajas por parte del BCE.
En BBVA, también, con la penalización adicional de la economía de Turquía, que le condena a más incertidumbre en los próximos meses. Sus frentes son inabarcables.
Efecto en los mercados
¿Cuál puede ser su devenir más inmediato en bolsa? Los expertos se ponen de acuerdo en que no es momento de tener los títulos de BBVA en cartera. Según Rafael Ojeda, analista independiente, con la situación que tiene ahora mismo “no entraría ni en BBVA ni en ningún banco europeo”.
Con la política de tipos que está acometiendo el BCE en el hipotético caso de gestores que quieran invertir en bancos van antes a optar por “la banca estadounidense”. Luego la incertidumbre no solo a nivel de Turquía, sino de la falta de tranquilidad con Cataluña, “afecta a sus aspiraciones”.
En Europa tenemos más atractivo de invertir en otras bolsas, expone Ojeda. Tampoco es una buena ayuda, añade, la situación del gobierno español. Por tanto, tiene “poco recorrido” en los mercados con un soporte “en los 6 euros” por acción.
Asimismo, Ramón Morell, analista de Experiencia Trading, se manifiesta en la misma línea. Tal y como se encuentra el banco ahora mismo “tiene más recorrido a la baja, honestamente”. Además de que sus fundamentales no son buenos, analiza el experto, tiene el agravante de que el Santander “está dando un toque de frescura y profesionalidad”. Simplemente los especuladores van a apostar más por la entidad que dirige Ana Patricia Botín por los últimos cambios, afirma. Además, Turquía le puede “seguir perjudicando durante el próximo año”. Aún le queda tiempo para levantar cabeza.