La segunda estimación del dato realizada por Destatis (Oficina Federal de Estadística alemana) lo confirma: frente a un crecimiento del 0,4 por ciento registrado en los tres primeros meses del ejercicio, el PIB se ha contraído un 0,1 por ciento en el segundo, lo que deja al país muy cerca de la recesión técnica.

La caída trimestral de las exportaciones del 1,3 por ciento tiene gran parte de la culpa, mientras que las importaciones han retrocedido un 0,3 por ciento. Con estas cifras, la balanza comercial alemana muestra en el segundo trimestre de 2019 un saldo negativo del 0,5 por ciento.

A mitad de mes, la Oficina Federal de Estadística del país ya dejaba claro que la evolución de la balanza comercial del país frenaba el crecimiento de la economía.

Hay que recordar que Alemania ya rozaba la recesión técnica en la segunda mitad de 2018. Entonces registraba una contracción de dos décimas en el tercer trimestre para terminar plano el ejercicio.