Tal y como pronosticaban los sondeos, los últimos comicios alemanes han estado reñidos y han significado el adiós de Angela Merkel, la canciller de la potencia europea desde hace más de quince años. Ahora, tal y como auguraban los expertos, se abre una nueva era de cambio político en Alemania y largas negociaciones para formar […]
BolsasTal y como pronosticaban los sondeos, los últimos comicios alemanes han estado reñidos y han significado el adiós de Angela Merkel, la canciller de la potencia europea desde hace más de quince años.
Ahora, tal y como auguraban los expertos, se abre una nueva era de cambio político en Alemania y largas negociaciones para formar gobierno definitivo, donde las nuevas políticas y decisiones podrían tener efectos en la economía, las empresas y quizás, en los mercados.
Y es que tal y como indican los números, el recuento general de votos ha mostrado que el partido ganador, con Olaf Scholz a la cabeza, ha sido el socialdemócrata (SPD), que si bien ha obtenido una cuota de voto ligeramente inferior a la esperada, ha obtenido el 25,7% de los votos federales. Por su parte, la coalición conservadora que ha liderado hasta ahora el gobierno germano, la CDU/CSU, con Armin Laschet a la cabeza, obtuvo el 24,1%, un dato levemente mejor que el estimado pero que le ha posicionado como la segunda fuerza más votada, según el recuento provisional.
Con estos datos encima de la mesa, Scholz se considera ahora como el líder para formar un acuerdo de coalición. Eso sí, y aunque ambos partidos opositores han gobernado juntos durante muchos años, el socialdemócrata buscar formar una coalición de gobierno con el tercer y cuarto partido, los Verdes y el FD, con un 14,8 % y un 11,5 % de la cuota de voto, respectivamente.
Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, señala que “los resultados de las elecciones federales dejan tres coaliciones viables sobre la mesa: “semáforo” (SPD, Verdes, FDP), “Jamaica” (CDU, Verdes, FDP) y GroKo (SPD, CDU)”.
“Nuestra primera reacción es que los partidos dominantes controlan una mayor proporción de los votos que en 2017” señala el experto, que explica “los dos partidos radicales en el parlamento (AfD y Die Linke) obtuvieron solo alrededor del 15% de los votos entre ellos, frente a los más del 20% de hace 4 años. Este es otro indicio de que, probablemente, de forma contraria a lo que podía intuirse, la crisis del Covid no está alimentando al populismo, al menos no en términos electorales.” .”Se tendría que encontrar algún tipo de acuerdo entre los dos partidos – los Verdes y el FDP – que tienen ideas radicalmente diferentes sobre elementos clave, en particular sobre el “freno de la deuda” y las subidas de impuestos.”, indica Moëc.
Y es que ese apetito por esa gran colación, la “GroKo”, parece ser muy limitado, y por tanto, se auguran largas conversaciones y negociaciones políticas en el Bundesrat, y apunta a que “es muy probable que no haya un nuevo canciller antes de que la campaña presidencial francesa esté en pleno apogeo, lo cual significa que podría no haber mucho movimiento en la UE antes del verano del próximo año.” Y advierte: “los asuntos de la UE podrían permanecer estancados hasta el próximo verano”, aclara el experto, que adjunta que “no es factible lograr un “cero neto” de emisiones para 2045 y reducir el déficit después de una implementación estricta del “freno de la deuda” y la reducción de impuestos.”
Desde Monex Europe aseguran que, la evolución de las conservaciones de la cancillería alemana “será fundamental para el rumbo del euro, así como para las perspectivas de crecimiento de la eurozona y, a su vez, para la política monetaria en el futuro”, y hacen referencia a que la coalición más probable es la “semáforo”, la formada por el SPD, los Verdes y el FDP.
“Es probable que la coalición del semáforo sea mejor para el cambio EUR/USD, dada la naturaleza expansiva desde el punto de vista fiscal de la combinación de políticas”, indica la compañía de cambio de divisas.
Hans-Jörg Naumer, director global de Mercados de Capitales y Análisis Temático de Allianz GI, explica que, al respecto de esperada coalición, la “semáforo”, integrada por el partido socialdemócrata, los Verdes y los Liberales, si bien seria la más cómoda con una mayoría de 416 de 735 escaños en una comparación de todas las coaliciones, lo cierto es que no sería fácil.
“Es cierto que el SPD y los Verdes tienen grandes superposiciones en política económica, pero el intervencionismo estatal y la voluntad de mayor redistribución se oponen al liberalismo económico del FDP, que se basa en gran medida en los recortes de impuestos”, recalca el experto.
“Tanto la extrema izquierda como la derecha perdieron votos y no formarán parte de la coalición definitiva. El resultado será probablemente una coalición a tres bandas, pero las negociaciones entre los partidos llevarán probablemente tiempo y los resultados son inciertos. Mientras tanto, Angela Merkel sigue siendo canciller”, indica Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.
“Puede que una coalición “Semáforo” dé más importancia a la lucha contra el déficit de inversión en Alemania, mientras que una coalición “Jamaica” daría prioridad a la disciplina fiscal”, declara Eiko Sievert, desde la agencia de calificación Scope Ratings, que añade: “Mediar entre estas dos prioridades y un número creciente de socios políticos será un papel crucial para el próximo canciller de Alemania y también establecerá el escenario para futuras discusiones a nivel europeo sobre una posible reforma, si la hubiera, del Pacto de Estabilidad y Crecimiento hacia un enfoque más flexible”.
Para el entendido de eToro, una coalición a tres bandas de los cuatro partidos centristas impulsaría la moderación política, pero vería incrementado el gasto fiscal y la inversión. “Esto es fácilmente financiable, e impulsaría aún más las perspectivas de crecimiento económico alemán y europeo, que ya está en camino de desafiar las tasas estadounidenses por primera vez en más de una década. La renta variable alemana está bien situada para beneficiarse de ello, con un enfoque sectorial sensible al crecimiento en los sectores químico, automovilístico e industrial, y con valoraciones un 30% más baratas que las de EE. UU.”, explica.
E insiste: “En cualquier caso, vemos que un mayor gasto, especialmente en energías renovables e infraestructuras digitales, impulsará el crecimiento alemán y europeo, mientras que la escasa participación de los partidos de extrema izquierda y derecha reduce los riesgos del mercado al garantizar una coalición moderada a tres bandas”.
“Los activos de riesgo probablemente acogerán de forma favorable el hecho de que una alianza de izquierdas esté descartada”, añaden también desde la gestora BlackRock.
El equipo de inversiones de Edmond de Rothschild AM precisan también que las conversaciones deberían dar como resultado un presupuesto ligeramente superior al del gobierno anterior. “Sin embargo, la diferencia será probablemente escasa, ya que no hay posibilidad de una coalición de izquierdas y, por tanto, no hay presión para hacer más. Aunque el FDP es un aliado centrista del partido LREM de Emmanuel Macron en el Parlamento Europeo, su presencia en el Gobierno podría, paradójicamente, socavar la posición europea del nuevo canciller”, recogen y recalcan: “La postura muy ortodoxa del FDP en cuestiones presupuestarias lo diferencia de sus aliados europeos y el partido también desató la polémica cuando su candidato en Turingia fue elegido temporalmente con el apoyo del partido de extrema derecha”.
Los expertos de Allianz IG, aseguran que el rendimiento del DAX, su índice por excelencia, apenas muestra desviaciones en comparación con el MSCI Europe y el MSCI World durante los tres meses previos y posteriores a las elecciones, tal y como podemos ver en el gráfico.
Fuente: Allianz GI
“La economía, la política monetaria y la situación en general en los mercados de capitales internacionales deberían dominar a medio y largo plazo, también en el caso de estas elecciones”, explica Hans-Jörg Naumer que asegura que el mercado de valores, nacional e internacionalmente, han prestado poca atención a elecciones al Bundestag.
“Esto no es sorprendente, ya que los problemas son predominantemente de ámbito nacional. Por lo tanto, es difícil esperar efectos mayores o incluso duraderos a internacionalmente. Tanto más cuanto que no puede haber una coalición del SPD, los Verdes y “Die Linke”. Esto último habría planteado el riesgo de que se cuestionara la pertenencia a la República Federal de la OTAN”, insiste, aunque precisa: “Es poco probable que una larga fase de formación de la coalición tenga consecuencias en el mercado alemán. Mientras que el arraigo geoestratégico de Alemania como factor adicional de incertidumbre no es tema de debate, ya que una coalición rojo-verde-rojo no tiene mayoría y por tanto se excluye un mayor factor de incertidumbre, que también habría sido de relevancia internacional”.
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