El banco Central Australiano vuelve a tomar medidas para “apoyar empleos, ingresos y negocios” y que la economía del país esté en buena posición para recuperarse una vez disminuya la crisis de salud provocada por el Covid-19.

Tras rebajar tipos a principios de mes ha acordado una nueva rebaja del precio del dinero, esta vez en 25 puntos básicos hasta el mínimo del 0,25% y asegura que no lo subirá hasta que el país avance hacia el pleno empleo.

De igual modo, se propone un objetivo para el rendimiento de los bonos del gobierno australiano a 3 años de alrededor del 0,25 por ciento y, para ello, ha anunciado un plan de compra de deuda y, además, proporcionará “un servicio de financiación a plazo para el sistema bancario, con un apoyo particular para el crédito a las pequeñas y medianas empresas”.

En concreto, esta línea de crédito ascenderá a 90.000 millones de dólares australianos y se otorgará a las entidades a una tasa del 0,25%, con posibilidad de obtener hasta un 3% de su crédito pendiente existente. Además, si se aumentan los préstamos a las empresas, principalmente pequeñas y medianas, se podrá acceder a fondos adicionales.

El gobernador de la entidad, Philip Lowe, destaca que “Australia tiene un sistema financiero sólido, que está bien ubicado para proporcionar el apoyo necesario a empresas y hogares” y deja claro que la compra de bonos no está enfocada en la cantidad. “No estamos estableciendo objetivos para la cantidad y el momento de los bonos que compraremos, como lo han hecho otros bancos centrales. La cantidad que necesitamos comprar y cuándo necesitamos ingresar al mercado dependerá de las condiciones y precios del mercado”, señala.