Bank of America ha vuelto a revisar sus previsiones económicas para este año y recorta el crecimiento de la Eurozona a un -7,6%, seguido de un rebote parcial del 8,3% en 2021. “Se necesita urgentemente más apoyo fiscal para evitar daños mayores”, comentan desde el banco. Desde el banco señalan que han cambiado su revisión […]
BolsasBank of America ha vuelto a revisar sus previsiones económicas para este año y recorta el crecimiento de la Eurozona a un -7,6%, seguido de un rebote parcial del 8,3% en 2021. “Se necesita urgentemente más apoyo fiscal para evitar daños mayores”, comentan desde el banco. Desde el banco señalan que han cambiado su revisión a la baja por cuatro motivos principales: las medidas más severas de confinamiento, el daño que generará en los sectores de la construcción y la manufactura, una vuelta lenta al trabajo y la mala respuesta fiscal de Europa.
“Probablemente la cuarentena no será fácil, ni rápida. En segundo lugar, la cuarentena es más estricta y perjudica a los sectores que anteriormente suponíamos que estarían relativamente indemnes, como la construcción y la manufactura. Por otro lado, aunque todavía suponemos que mayo la vuelta al trabajo será la tónica, es más lenta de lo que preveíamos. Ahora también pensamos que la fabricación y la construcción tardarán hasta agosto en volver a los niveles de actividad anteriores al choque, mientras que los sectores de ocio especialmente afectados podrían seguir funcionando a la mitad de los niveles anteriores al choque para entonces. Cuarto, la respuesta fiscal en Europa es menor y está tardando más de lo que esperábamos. De ahí que nuestro pronóstico considerable cambie hoy en día”, explican en el análisis.
Respuesta política
Aunque desde Bank of America señalan la buena respuesta del BCE, que se ha movido “rápida y enérgicamente con el anuncio de su Programa de Compras de Emergencia para Pandemias”. Son más críticos con los gobiernos. “La política fiscal se ha retrasado. Los déficits serán grandes este año. Los estabilizadores automáticos por sí solos aumentarán los déficits en un 4% del PIB en 2020. Se necesitará más ayuda fiscal para limitar el daño permanente al sector corporativo y a los empleos”, avisan.
Además, aseguran no tener esperanzas en “un cambio rápido en la política europea, y estamos preocupados por el daño que la indecisión puede hacer al proyecto del euro. Seguiremos de cerca las reuniones del Eurogrupo”