El BBVA presenta resultados en un contexto marcado por la polémica, tras la imputación de la entidad por los presuntos delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción en los negocios en relación a una operación de espionaje encargada en 2004 al ex comisario José Manuel Villarejo.

En el segundo trimestre el beneficio repunta un 6 por ciento en términos interanuales si se excluye BBVA Chile, es decir, con el mismo perímetro de negocio, hasta 1.278 millones. La cifra se quedaría en una mejora del 2,6 por ciento si se incluye la filial chilena vendida.

El margen de intereses avanza un 7,4 por ciento entre enero y junio en términos corrientes hasta los 8.987 millones, mientras que los ingresos por comisiones netas aumentan un 1 por ciento. La suma de ambas partidas, consideradas los ingresos recurrentes del negocio bancario, avanzan un 6 por ciento hasta los 11.457 millones.

La entidad ha mejorado su solvencia hasta el 11,52 por ciento tras absorber 24 puntos básicos en impactos regulatorios. Su rentabilidad sobre fondos propios (ROE) se sitúa en el 10,2 por ciento y su morosidad baja hasta el 3,84 por ciento.

Distintas áreas

México y América del Sur actúan de soporte en los resultados del BBVA, frente al descenso del negocio en España y el fuerte retroceso que se registra en el beneficio procedente de EE.UU. y de Turquía, países en los que e observa un fuerte repunte de las provisiones.

En concreto, México genera un 42,1 por ciento de los beneficios y mejora su aportación un 0,6 por ciento en términos constantes hasta anotarse esta filial 1.287 millones, mientras que España (peso del 24 por ciento) aporta 734 millones, lo que supone un 1,7 por ciento menos.

El beneficio de la filial en EE.UU. alcanza los 297 millones, un 28 por ciento menos sin tener en cuenta el efecto divisa, mientras que Turquía consigue 282 millones, lo que implica un descenso del 24,2 por ciento, que se quedaría en una reducción del 2,8 por ciento a tipos constantes. Este país aporta un 9,2 por ciento al total del BBVA.