Probablemente el gran público desconoce la forma en la que se crean nuevos bitcoins. Esta moneda digital necesita ser minada. Esto no es más que un complejo proceso informático en el que se necesitan súperordenadores para fabricar cada moneda. Recientemente, JP Morgan aseguró que el coste en electricidad de fabircar cada bitcoin está en torno a los 3.000 dólares. Una cantidad que varía en función del precio de la electricidad en cada territorio.

Pero no solo es la luz que consume. Cualquier usuario desde su casa no puede hacer esta labor. Es necesario contar con equipos informáticos muy potentes.

Precisamente, la labor de crear cada bitcoin es la que está causando un fuerte impacto ecológico, si se hace caso al último informe elaborado por la Universidad de Hawái en los Estados Unidos. Un grupo de científicos asegura que de seguir minando bitcoins a la velocidad actual, la temperatura de la tierra aumentará 2 grados para 2033.

Pero ya no solo la minería, sino que todas las transacciones que se realizan con esta moneda quedan registradas en la plataforma blockchain. Los expertos observaron la eficiencia energética de los servidores empleados en la minería del bitcoin y evidenciaron que su utilización significó solo en 2017 emisiones atmosféricas que alcanzaron los 69 millones de toneladas de CO2.

“Claramente, cualquier desarrollo posterior de las criptomonedas debe apuntar de forma decisiva a reducir la demanda de electricidad”, aseguran los investigadores.