Lo más importante es que Jerome Powell volvió a enfatizar que el camino del virus iba a dictar las perspectivas económicas y que esas perspectivas eran inciertas. Es con lo que se queda de la reunión del mes de julio de la Fed David Page, responsable de análisis macroeconómico en AXA Investment Managers. Con eso […]
BolsasLo más importante es que Jerome Powell volvió a enfatizar que el camino del virus iba a dictar las perspectivas económicas y que esas perspectivas eran inciertas. Es con lo que se queda de la reunión del mes de julio de la Fed David Page, responsable de análisis macroeconómico en AXA Investment Managers. Con eso y con la frase del presidente del organismo de que los datos de alta frecuencia sugieren una desaceleración en la tasa de crecimiento, aunque toca esperar y ver cuán prolongado puede ser esa debilidad.
Lo cierto es que, tal y como se esperaba, la Reserva Federal dejaba los tipos sin cambios entre el 0 y el 0,25%, aseguraba que continuaría aumentando sus tenencias de bonos del Tesoro de EEUU y MBS “al menos al ritmo actual” y reafirmaba que no se endurecería la política durante “un período prolongado”. Una continuidad que ve lógica Christian Scherrmann, economista para EE.UU. en DWS. “Los mercados han entendido bien que la política monetaria acomodaticia está aquí para quedarse. Esto apoya la incipiente recuperación, sin que la Fed tenga que hacer todo eso ahora mismo. Además, no es el momento de confundir a los mercados con consejos crípticos sobre cómo se podría enmarcar en algún momento la orientación futura de las compras y los tipos de interés o qué esperar de la larga revisión del marco en curso”.
Compromiso inequívoco con la recuperación
Para Rick Rieder, CIO de Renta Fija Global en BlackRock, ha quedado patente el profundo compromiso del Comité para recuperar las ganancias obtenidas con tanto esfuerzo en empleos y crecimiento y que la pandemia ha destruido. A su juicio, ha sido suficiente con que la Fed señale que la discusión en su seno es sobre “cómo cargar más combustible en el avión y no menos. Es probable que se estén discutiendo herramientas como una orientación más larga, un control explícito de la curva de rendimiento y / o más compras de activos y préstamos en diferentes formas y tamaños, incluso si algunos de ellos probablemente no se utilizarán en última instancia”, apunta.
¿Qué cabe esperar a partir de ahora? Anna Stupnytska, responsable del área de Macroeconomía Global y Estrategia de Inversión de Fidelity International, considera que “la Fed permanecerá en modo stand-by, lista para la acción en cualquier momento si las perspectivas muestran signos de deterioro. En caso de que no haya emergencias importantes, es probable que anuncie cambios en sus políticas en septiembre o más adelante durante el año basados en su revisión del marco monetario”. En cualquier caso, cree que se haría una mayor flexibilización acomodaticia “si el virus no se controla de manera efectiva”.
Por su parte, Ranko Berich, jefe de análisis de Monex Europe, espera una nueva orientación de la Fed en septiembre, cuanto cuente con un nuevo lote de proyecciones y tenga sobre la mesa el coste de la segunda oleada de infecciones por Covid-19. Señala, además, que “una mayor relajación monetaria probablemente requeriría medidas novedosas, como el control de la curva de rendimiento o tasas negativas, o, como mínimo, alguna orientación avanzada mejorada y basada en resultados”. Y tiene claro que si la amenaza de un segundo choque al mercado laboral de nuevas restricciones es una indicación, es muy probable que sean necesarias nuevas medidas.
Desde AXA IM sugieren que “la Reserva Federal anuncie una medida de orientación a futuro basada en el mercado laboral”, dada la importancia que el organismo le ha dado a la rápida reanudación de un mercado laboral restringido y dado que ya tiene un mandato basado en la inflación.