Ebury iniciaba sus operaciones en Londres en 2009 y su actividad en España en 2011. ¿Qué supone para la compañía el desembarco del Banco Santander con un 50,1% del capital?

En primer lugar, creo que supone el reconocimiento por parte de uno de los principales actores financieros a escala global de un proyecto tecnológica y financieramente disruptivo, que ha crecido de forma acelerada en los últimos diez años con una visión global. Un proyecto que ha sido capaz de ofrecer una respuesta muy eficiente a las necesidades financieras de las empresas en los mercados internacionales permitiéndoles controlar los riesgos y problemas relacionados con los pagos en divisa. Asimismo, contar con Santander como socio fortalece la posición de Ebury en el mercado y le permitirá imprimir una velocidad aún mayor a su crecimiento, además de mejorar su propuesta de valor. Es necesario reseñar que Ebury continuará operando como un negocio independiente, al frente del cual se mantiene el mismo equipo directivo y de gestión. 

¿Vamos hacia eso, hacia una banca que “neutralizará” a su competencia fintech a través de adquisiciones que le aporten esa agilidad y visión de negocio a la que no han llegado a tiempo?

Lo veo desde ese otro punto de vista. Si se ejecuta bien, creo que estamos ante un modelo “ganador-ganador”. Las fintech pueden representar para los bancos un aliado en su estrategia de transformación. Les permite lograr velocidad en la implementación de nuevos servicios, ser mucho más eficientes desde el punto de vista operativo, y lograr una evidente reducción tanto de la curva de aprendizaje como del esfuerzo inversor que, de otra forma, deberían acometer. Por lo que respecta a las empresas fintech, la colaboración con la banca puede impulsar sus planes de penetración en el mercado accediendo a nuevos clientes que verán ampliados en número prestaciones y calidad, unos servicios que o bien no estaban cubiertos por sus entidades hasta el momento o se prestaban de forma poco eficiente y local. 

Operan ya en 20 países y sus planes pasaban por expandirse en Latinoamérica y Asia, ¿siguen con esos planes?

Así es. En estos momentos estamos presentes ya en cuatro continentes: Europa, Asia (con presencia en Oriente Medio y China), Oceanía (con dos oficinas en Australia), y América del Norte, concretamente en Canadá. Nuestro propósito es iniciar nuestra expansión en Latinoamérica y ampliar nuestra presencia en Asia, en la medida en que se trata de las áreas económicas más dinámicas y con mayor proyección de crecimiento en los próximos años.  

¿Qué otras metas se proponen a medio plazo?

Además de seguir con nuestra expansión geográfica, seguiremos ampliando nuestra cartera de productos para facilitar que las medianas y pequeñas empresas, que constituyen la base de la estructura productiva en todo el mundo, traspasen las fronteras, internacionalizando sus actividades con garantías de éxito.  

Gestionan transacciones internacionales, el riesgo de tipo de cambio...y presumen de poder procesar más del 80% de los pagos con fecha de valor del mismo día, ¿cómo lo consiguen?

La clave está en el alto componente tecnológico de nuestro modelo de negocio. Contamos con un centro de programación y desarrollo en Málaga, donde trabajan mas de 200 personas, en su mayor parte ingenieros informáticos. Este equipo está íntegramente dedicado a mantener nuestra plataforma tecnológica, que da soporte a la operativa de negocio de Ebury en todo el mundo. Eso es lo que hace posible optimizar nuestros servicios y ofrecer a nuestros clientes soluciones ágiles, transparentes y a un coste adecuado al servicio prestado. En esta línea estamos profundizando aún más con la integración de nuestra plataforma con OracleNetSuite, uno de los sistemas de software empresarial más populares en el mundo. En este caso, los clientes cuentan con todas las capacidades de FX de Ebury en su propio ERP.

La parte de líneas de financiación al comercio exterior sin garantía, ¿qué peso tiene en Ebury España?

La incorporación de este producto vino dada por la demanda de nuestros clientes. No tenemos un objetivo de cuota de mercado al igual que no la tenemos en transacciones y coberturas en divisa. El objetivo es aportar valor a través de la tecnología y el conocimiento de la empresa. La financiación que ofrecemos encaja perfectamente con el área de negocio que conocemos mejor: la transaccionalidad internacional. 

Trabajan con 140 divisas, tienen un vasto conocimiento de lo que marca sus comportamientos, ¿qué divisa ven como ganadora de 2020?

Es difícil hacer una previsión del comportamiento del mercado, sometido como está a inputs de muy diversa índole. No obstante, si se mantienen los bajos tipos de interés en todo el mundo y vemos avances hacia una resolución de la guerra comercial, lo lógico es que empezáramos a ver un mayor apetito por el riesgo y un modesto redireccionamiento del flujo inversor desde las divisas seguras hacia los países con mayor potencial de crecimiento. En esta línea, las monedas de economías emergentes con fundamentos macroeconómicos sólidos serían las ganadoras. También lo serán aquellas cuyos bancos centrales estén en proceso de subir los tipos o sintiendo la necesidad de aumentarlos.