Las materias primas no están atravesando un momento especialmente bueno en su conjunto, pero dentro de la categoría hay grandes excepciones. La primera de ellas es la compuesta por los metales preciosos. Salvo el platino, empleado para la fabricación industrial principalmente, los demás han subido con fuerza en 2020. La plata acumula una revalorización del 35% desde el mes de enero y el oro del 22,7%. Ambos metales, especialmente el dorado, son vistos como valores refugio en los que encontrar valor en momentos de volatilidad e incertidumbre en el mercado. En este conjunto hay que incluir al paladio, que en los últimos tres años se ha revalorizado un 140% debido a su utilidad en los catalizadores de los vehículos diésel. 

Más allá de los metales

Aunque los metales han acumulado los grandes titulares al tocar máximos históricos, hay otras commodities que están firmando un buen año y se han revalorizado en plena pandemia mundial. Es el caso de la madera que lleva una subida del 29% en el año. Esta materia prima está en máximos históricos al pasar de los 373 dólares a los 523 actuales, aunque ha llegado a estar por encima de los 900 en el mes de agosto. El motivo de esta revalorización se encuentra en que en Estados Unidos se está dando una fuerte demanda de muebles debido a la crisis del coronavirus. Las familias están optando de forma masiva por renovar el mobiliario.

El virus está impulsando al alza los precios del zumo de naranja, que cuenta con reconocidas cualidades que ayudan a mejorar el sistema inmunológico. Ha pasado de los 93 dólares de febrero a los 113 actuales, lo que supone una revalorización anual del 16,15%. Aunque, sigue alejado de los máximos históricos y en los últimos tres años ha caído un 23%.

En la categoría de las subidas también se encuentra la harina de soja, que se ha disparado un 13,7% debido a la mayor demanda por el confinamiento; el cobre, que ha subido un 9,7%; el zinc, que también sube por encima del 8% en el conjunto del año; la soja, con una revalorización del 8%; el estaño, que sube un 6,4%; el niquel con el 3,7% y el cacao con el 1%.

En el lado de los retrocesos, todos los derivados del petróleo son los que más han sufrido debido a las restricciones a la movilidad. Más allá de ellos, la carne y el café caen más de un 14% en el año debido a las restricciones a la hostelería. Mientras que el resto de materias primas, aunque están cayendo, lo hacen por debajo del 5%.