En una semana la situación en los mercados de deuda europeos, en particular de los países periféricos, ha dado un vuelco importante. La semana pasada, Christine Lagarde habló de “no reducir los diferenciales” (apegándose a la clave de capital) y los mercados reaccionaron en consecuencia, recuerda Frank Haüler, estratega jefe de Vontobel AM. En efecto, […]
BolsasEn una semana la situación en los mercados de deuda europeos, en particular de los países periféricos, ha dado un vuelco importante. La semana pasada, Christine Lagarde habló de “no reducir los diferenciales” (apegándose a la clave de capital) y los mercados reaccionaron en consecuencia, recuerda Frank Haüler, estratega jefe de Vontobel AM. En efecto, desde el miércoles pasado, los inversores habían salido en masa del mercado de bonos y el interés del español a 10 años -que se mueve en sentido opuesto al precio- llegaba a superar con creces el 1%, mientras que la prima de riesgo alcanzaba cotas de 148 puntos básicos, desde niveles por debajo de 100. Y eso que las ventas también se dieron en el bono alemán, aunque de manera menos drástica.
En cambio, esta jornada, la fotografía es totalmente diferente. El interés del bono español a 10 años se sitúa en niveles del 0,85 % y la prima de riesgo en 104 puntos básicos tras la decisión del organismo presidido por Christine Lagarde de poner en marcha un plan de compra de activos de deuda pública y privada por 750.000 millones de euros.
El movimiento que se observa en el mercado de deuda nacional también se repite fuera, especialmente en Italia, país muy castigado por la crisis del Covid-19 y que ha tenido que tomar medidas drásticas para tratar de contener el contagio. Así, la prima de riesgo italiana baja hasta los 201 puntos básicos, mientras el interés de su bono a 10 años regresa a niveles del entorno del 1,83%.
“A la vista de la rápida reducción de los diferenciales, especialmente de España e Italia, parece que los mercados de bonos están dando el beneplácito a la medida”, subraya Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis. Mientras, Haüler asegura que la clave estará en ver si “tendrá un efecto duradero en los diferenciales de la deuda corporativa”, se pregunta Haüler. Y es que, como recuerda Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, el movimiento reciente en el mercado de deuda corporativa “ha sido una barbaridad” y ha recordado mucho -salvando las distancias porque los fundamentales no son los mismos- a lo visto en 2008.