Menos de una semana después de su decisión de anunciar un paquete de compras de activos por 120.000 millones de euros, la institución presidida por Christine Lagarde saca la artillería pesada para calmar a los mercados. Ha decidido de manera extraordinaria, tras una reunión telemática de su Consejo de Gobierno, poner en marcha otro plan […]
BolsasMenos de una semana después de su decisión de anunciar un paquete de compras de activos por 120.000 millones de euros, la institución presidida por Christine Lagarde saca la artillería pesada para calmar a los mercados. Ha decidido de manera extraordinaria, tras una reunión telemática de su Consejo de Gobierno, poner en marcha otro plan de compra de activos temporales de deuda pública y privada para hacer frente a lo que define como “graves riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria y las perspectivas para la zona del euro” propiciadas por el Covid-19.
Una de las claves de este programa es que la distribución de las compras se va a llevar a cabo de manera flexible, es decir, habrá “fluctuaciones en la distribución de los flujos de compra a lo largo del tiempo, entre las clases de activos y entre las jurisdicciones”. Esto significa que no tiene por qué comprarse deuda en función del peso de cada país, como hasta ahora. Además, en esta ocasión, también se comprará deuda de Grecia, pese a su escasa calidad crediticia.
Otra de las decisiones tomadas de urgencia ha sido la de ampliar el rango de activos elegibles bajo el programa de compras del sector privado a papeles comerciales no financieros. Se podrán comprar todos los que tengan suficiente calidad crediticia.
Todo lo necesario…
El BCE subraya que hará todo lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar en el momento actual, de manera que tanto familias, empresas bancos y gobiernos puedan tener condiciones financieras “que les permitan absorber este shock”. De este modo, deja la puerta abierta a aumentar aún más el programa de compras de activos, en términos de tamaño y tiempo, así a ajustar su composición. “En la medida en que algunos límites autoimpuestos puedan obstaculizar las acciones que el BCE debe tomar para cumplir su mandato, el Consejo de Gobierno considerará revisarlos en la medida necesaria para que su acción sea proporcional a los riesgos que enfrentamos”, aseguran desde la máxima autoridad monetaria de la eurozona.