Ayer por la tarde (hora española) la Reserva Federal decidió bajar los tipos de interés de manera inmediata. Lo hizo en 0,5 puntos y su intención era apuntalar la economía y evitar un mayor desplome en los mercados, que vienen de sufrir su peor semana desde 2008 y la cuarta peor desde la Segunda Guerra […]
BolsasAyer por la tarde (hora española) la Reserva Federal decidió bajar los tipos de interés de manera inmediata. Lo hizo en 0,5 puntos y su intención era apuntalar la economía y evitar un mayor desplome en los mercados, que vienen de sufrir su peor semana desde 2008 y la cuarta peor desde la Segunda Guerra Mundial. Jerome Powell ya advirtió el viernes pasado que la Fed haría todo lo necesario para que no fuera a peor esta situación y ayer se tomaron la primeras medidas por parte de un gran banco central, aunque previamente en Australia ya habían recortado tipos.
Ahora, la pelota está en el tejado del BCE y del Banco de Inglaterra. “Creemos que otros bancos centrales secundarán a la Fed, reduciendo tasas o agregando liquidez y brindando así un apoyo adicional a los mercados. Dicho esto, creemos que los riesgos a la baja para la economía permanecen, ya que el brote aún se está extendiendo y los temores respecto al crecimiento persisten”, señala Esty Dwek, Head of Global Strategy de Natixis IM Solutions.
“Con el crecimiento y la inflación revisados a la baja en nuestras previsiones, prevemos que el Banco Central Europeo mantenga el recorte de la tasa de depósitos (-0,50% a -0,60%) durante el segundo trimestre”, comenta Keith Wade, economista jefe de Schroders. Una opinión que se una a las informaciones de Reuters, donde se señala que el BCE podría tomar medidas para inyectar más liquidez en los mercados.
Por su parte, el Banco de Inglaterra también podría tomar medidas en este mismo sentido, aunque por el momento se está manteniendo más pausado, ya que el año pasado fue el único banco que no bajó los tipos de interés cuando todos los demás lo hicieron. Los expertos esperan además una política más dovish por parte de los bancos centrales de los principales países emergente para tratar de impulsar la economía y solventar el shock causado por el coronavirus.