Ante la situación de mercado que vivimos, se hace necesario mirar el éxito que ha adquirido la renta variable china debido a la entrada de capitales de inversores y que ha tendido a favorecer a determinados ámbitos de la potencia asiática. Jaime Raga, Responsable de relación con clientes de UBS AM Iberia, señala que una […]
BolsasAnte la situación de mercado que vivimos, se hace necesario mirar el éxito que ha adquirido la renta variable china debido a la entrada de capitales de inversores y que ha tendido a favorecer a determinados ámbitos de la potencia asiática.
Jaime Raga, Responsable de relación con clientes de UBS AM Iberia, señala que una inversión que ha tendido a favorecer a empresas como las de vehículos eléctricos en China, donde gran parte de dichos flujos de capital son financiados vía deuda, ha alimentado la burbuja en los mercados de renta variable chinos en 2015 y ahora nos topamos con una situación similar.
“Aunque hemos visto una pequeña corrección en el segundo trimestre de 2021, queda mucho camino por recorrer antes de alcanzar valoraciones normalizados”, puntualiza.
Pero el éxito de los valores growth va en función también de los sectores. Y es que, según el entendido de UBS AM Iberia, ha sido el sector automovilístico y de componentes ha obtenido la mayor rentabilidad en los últimos 12 meses.
Eso sí, para Raga dentro del sector, las acciones de vehículos eléctricos se han triplicado o más en los últimos 12 meses. “Una de las principales empresas chinas de vehículos eléctricos tiene actualmente una capitalización bursátil casi igual a la de BMW, a pesar de fabricar sólo una décima parte de los coches”, explica, pero añade: “Somos optimistas en cuanto a las perspectivas a largo plazo del sector de los vehículos eléctricos, pero creemos que las valoraciones no están respaldadas por fundamentales. Muchos actores están entrando en el negocio de los vehículos eléctricos en China debido a las bajas barreras de entrada. Por ejemplo, ahora hay empresas inmobiliarias que intentan fabricar vehículos eléctricos. También vemos condiciones similares en otros sectores”.
Raga explica que también ven oportunidades en el sector de los materiales y en el sanitario, donde mientras las empresas de biotecnología avanzan, las empresas farmacéuticas se han quedado atrás. “Numerosos sectores están, en nuestra opinión, sobrevalorados. Pero esta es la naturaleza de una burbuja, y es muy difícil determinar el momento en que ésta estallará”, concreta.
“En este contexto, mantenemos exposición a empresas de buena calidad con un crecimiento de los beneficios de dos dígitos que creemos que generarán una buena rentabilidad a largo plazo. A largo plazo, nuestras estrategias han triplicado la rentabilidad del índice. Me gustaría centrarme en 2015, cuando vimos una situación de burbuja similar en la que el mercado subió y bajó de forma bastante pronunciada. En comparación, nuestra estrategia también subió bruscamente, pero bajó mucho menos que el mercado. Después de 2015, el mercado chino no tuvo tendencia clara durante tres o cuatro años, pero nuestra cartera lo hizo muy bien”, señala para hacer hincapié en que “ a pesar de que hay algunos sectores sobrevalorados en el mercado, creemos que, si evitamos las historias a corto plazo y nos centramos en las oportunidades que ofrecen empresas de alta calidad, podemos generar una rentabilidad positiva para nuestros clientes a largo plazo”.
Y además de esta buena consideración de la gestora por la renta variable china a largo plazo y sus sectores predilectos, Raga aclara que los inversores siempre deben tener claros cuáles son los riesgos y las oportunidades de invertir en la segunda economía del globo.
En relación a los riesgos, el entendido señala la problemática comercial y geopolítica entre China y EEUU que, a pesar de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, van a ser parte de la realidad en un futuro inmediato. “Esta situación producirá tanto perdedores como ganadores. Los ganadores podrían ser las empresas locales de China que aumenten su cuota de mercado a expensas de las empresas extranjeras, por ejemplo”, explica y añade: “Además, el entorno normativo de China es cada vez más estricto. La presión regulatoria es algo a lo que podemos aprender a adaptarnos, y puede ser posible identificar ganadores como consecuencia de las nuevas normas y regulaciones”, indica y añade: “Por último, muchos sectores populares en China, como el de los vehículos eléctricos, la biotecnología y el cobre, parecen actualmente muy sobrevalorados, lo que supone un riesgo evidente. Esta es una de las razones para no estar indexado, porque se va a invertir en empresas sobrevaloradas en su punto álgido”.
Pero no solo eso, sino que para el experto, China sigue ofreciendo una gran oportunidad para la gestión activa. “Todavía es un mercado emergente con ineficiencias como las que estamos viendo ahora. Pero como país emergente, China también tiene unas tendencias tremendas. Miro a China y me recuerda a Corea del Sur y Taiwán en la década de 1970 y a Japón en la década de 1960. Al igual que esos países, China se está industrializando. Si nos remontamos a los años 50, las mayores empresas de automóviles y electrónica eran estadounidenses, pero fueron superadas por las japonesas en los 80 y, posteriormente, por las taiwanesas y coreanas en los 90 y 2000”.
“La creciente fuerza innovadora de China parece que pronto rivalizará con la de Estados Unidos y creemos que esto ofrecerá muchas oportunidades de inversión atractivas”, concluye.
El ascenso de China en Marruecos y la respuesta de EEUU
El Banco Popular de China mantiene su tipo de referencia para préstamos
Beijing está cambiando sus objetivos de crecimiento. ¿Qué nos espera en el futuro?