Las expectativas de Apple pasaban por unas ventas que se situarían entre los 63.000 y los 67.000 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal, un rango de 4.000 millones que el propio CEO de la compañía, Tim Cook, ya mencionaba como inusualmente amplio. Ahora, ante el impacto del coronavirus con origen en Wuhan, la empresa reconoce que no se van a alcanzar estas cifras, aunque no ofrece una nueva expectativa de ingresos concreta para el periodo mencionado.
La clave de todo está en que Apple fabrica la mayoría de los iPhones y otros de sus productos en el gigante asiático, razón por la cual la producción se ha detenido de forma temporal, al igual que se han visto obligadas a cerrar algunas tiendas minoristas del país. Este parón ha sido más grande de lo que esperaba la compañía estadounidense, de modo que pese a las reaperturas, la escasez de suministro de iPhone será patente aún a nivel global.
Desde la compañía estadounidense subrayan que “Apple es fundamentalmente fuerte y esta interrupción en nuestro negocio es solo temporal”, además de dejar claro que la prioridad de la empresa es “la salud y la seguridad de nuestros empleados, socios de la cadena de suministro, clientes y las comunidades en las que operamos”.
2020-02-17 15:25:36