Muchos inversores consideran que los principales índices regionales de bolsas regionales son representantes razonables del mercado y la economía subyacente. De hecho, la mayoría de esos índices están ponderados por la capitalización del mercado y expresan las preferencias de los inversores en cualquier momento (es decir, bajo el supuesto de la eficiencia del mercado). A […]
BolsasMuchos inversores consideran que los principales índices regionales de bolsas regionales son representantes razonables del mercado y la economía subyacente. De hecho, la mayoría de esos índices están ponderados por la capitalización del mercado y expresan las preferencias de los inversores en cualquier momento (es decir, bajo el supuesto de la eficiencia del mercado). A medida que el tejido económico cambia en el tiempo, los índices también cambian. Por lo tanto, es interesante observar cuándo se producen cambios importantes, como ocurre en estos momentos.
Sólo este año se van a producir tantos cambios en el principal selectivo europeo como en los últimos cinco años. La última vez que tuvimos un reequilibrio tan grande fue hace 20 años. Este mes, cinco compañías salieron del índice Eurostoxx50: Société Générale, Telefónica, Fresenius, BBVA, Orange y cinco compañías las reemplazan: Prosus, Adyen, Vonovia, Pernod Ricard y Kone.
“En muchos aspectos, esta reestructuración es bienvenida: la estabilidad y la falta de innovación son una preocupación y un síntoma de la lucha de las economías europeas por el cambio. La permanencia del índice en los últimos años refleja el fenómeno; sin cambios en 2015 y 2017, sólo dos cambios en 2016, tres en 2018 y uno en 2019. Aparte de los nombres de primer nivel, la estabilidad se muestra también en la baja rotación del índice STOXX Europe 600″, aseguran Sara Cattano y Jonathan Candin Analistas Financieros en Edmond de Rothschild.
“La historia sería diferente si el peso de los sectores de bajo rendimiento y de menor crecimiento en el EURO STOXX 50 no fuera tan grande como lo son en la actualidad”, comentan los analista. Por lo tanto, añaden, es una buena noticia ver que los cambios que se avecinan no son un juego de sillas, con empresas reemplazadas por empresas del mismo sector. “En su lugar, lo que estamos viendo son sectores seculares de bajo rendimiento como los bancos y de comunicación dando paso a sectores de mayor potencial como la tecnología. Otra forma de verlo es desde una perspectiva de dividendos: la rentabilidad media de los dividendos de los entrantes es del 1,5% frente al 4,3% de los salientes, lo que reduce la rentabilidad implícita de los dividendos de todo el índice al 2,55% (desde el 2,70%; estimaciones para 2022)”, aseguran.
Los analistas aseguran que, aunque es alentador, después de este cambio el sector tecnológico europeo sigue estando muy infravalorado en relación con su homólogo en Estados Unidos. De hecho, después de la próxima inclusión de Prosus, el peso de las tecnológicas en el EURO STOXX 50 es del 14%, comparado con el 28% del S&P 500. En otras palabras, el sector está un paso más cerca del peso que tenía en el S&P 500 en 2010, hace una década.
“Sin embargo, hay algo más que se ve a simple vista: si observamos la rentabilidad de cada sector en los últimos 10 años, encontramos que casi todos ellos tienen una rentabilidad inferior a la de Estados Unidos. En particular, el mayor diferencial está en los sectores de comunicación, con una rentabilidad anual de más de un 10% por debajo, mientras que los servicios financieros, consumo, los servicios de Salud y los de servicios públicos tienen una rentabilidad anual inferior en más de un 5%. Estos sectores combinados representan hoy en día un peso del 50%, muy similar a su peso del 55% en 2010″, aseguran Sara Cattano y Jonathan Candin.
Los analistas también aseguran que, aunque una mayor asignación a la tecnología hubiera sido positiva para el rendimiento histórico del EURO STOXX 50, “no habría sido ni mucho menos suficiente”. Para ilustrar esto, aplicamos las ponderaciones sectoriales del S&P 500 a los resultados sectoriales del EURO STOXX 50 durante los últimos 10 años. En esta simulación, la rentabilidad del índice habría sido de +75%, una mejora de la rentabilidad real de +57%. Pero el punto clave aquí es que incluso con las ponderaciones de los sectores de EE.UU., el diferencial de rentabilidad con el S&P 500 (113%) se habría reducido sólo en una sexta parte.
“Después de pocos cambios durante mucho tiempo, este año vemos un gran cambio en los componentes de EURO STOXX 50. Como se ha comentado antes, la baja rentabilidad del índice no es sólo una cuestión de las ponderaciones de los sectores sino también de sus componentes. La rotación del 10% de este mes tiene un impacto en las métricas fundamentales del índice, como son, la ponderación por sector, la rentabilidad de los dividendos y el sesgo “value”. Si se confirma un mayor ritmo de rotación en los próximos años, podemos esperar repercusiones positivas hacia un mayor reequilibrio del índice. Por último, este ejercicio permite hacer algunas consideraciones generales sobre la manera de enfocar cada mercado”, concluyen.