El gas natural está sufriendo una fuerte caída, que le está llevando a mínimos no vistos desde 2016. Al parecer, esta caída se debe a dos factores principales: la gran cantidad de combustible almacenado que tiene Rusia y el invierno suave que está azotando a Europa.

Los futuros de Alemania en el mes de marzo en el mercado EEX se sitúan en en 39,07 €/MWh, el valor más bajo desde que se negocia. Pero no solo sucede en el país germano, los futuros de Francia para marzo en el mercado EEX tocaron el pasado viernes el valor mínimo histórico de este producto, de 42,30 €/MWh. En el resto de países la tendencia es también bajista, salvo en Italia que la semana pasada vivió un repunte. Por su parte, en el mercado de futuros CFD, el gas natural está en mínimos desde 2016.

El gigante Gazprom, respaldado por el Kremlin, reportó un récord de 201.000 millones de metros cúbicos de exportaciones de gas natural a Europa en 2018 y tiene previsto mantener esos volúmenes en 2020. Las exportaciones aumentaron además un 2% hasta el pasado 15 de diciembre.

“La pregunta es cuánto gas seguirá suministrando Rusia a los mercados europeos, esto es un factor determinante. El país ya ha expresado que quiere seguir manteniendo el ritmo de entregas y esto podría generar un verdadero colapso en los precios en los meses de verano, cuando se va a ver un exceso de suministro de GNL”, asegura Murray Douglas, director de investigación de gas en Europa, advertía a Bloomberg.

Todo depende de Rusia

Rusia parece no estar dispuesta a reducir la producción ni las importaciones en Europa, es más su intención es ampliar la cuota de mercado. Se espera que las importaciones de GNL de Europa aumenten un 14% hasta los 56.000 millones de metros cúbicos, según Morgan Stanley.

¿Invertir en ella?

Una cosa bien diferente es invertir en gas como materia prima. “A juzgar por diferentes informes que hemos podido leer en los últimos meses, parece que está claro que a corto plazo la utilización del gas natural frente a otras fuentes energéticas, se postula como una de las que van a tener mayor proyección.”, declara Antonio Castelo, analista de ibroker.

La concienciación a nivel mundial de la necesidad de reducir la emisión de gases “efecto invernadero” es cada vez más importante y la utilización de esta fuente energética parece que reduciría en un porcentaje apreciable dichas emisiones. “¿Por qué digo que parece? Pues porque recientemente también se han publicado diversos informes que indican que lo de que “el gas natural sea una energía limpia”, no está tan claro y se dan también opiniones bastante bien documentadas para apoyar esta teoría...”, puntualiza el experto.