El mercado de las materias primas ha dado, sin duda, mucho de qué hablar en este contexto actual, donde la guerra de Ucrania, la producción de la OPEP y la necesidad de ciertos minerales y metales han marcado la pauta. Nos adentramos en cuáles son las perspectivas que los expertos nos dan en este segundo […]
Materias primasEl mercado de las materias primas ha dado, sin duda, mucho de qué hablar en este contexto actual, donde la guerra de Ucrania, la producción de la OPEP y la necesidad de ciertos minerales y metales han marcado la pauta.
Nos adentramos en cuáles son las perspectivas que los expertos nos dan en este segundo semestre del año para las commodities, desvelando todos los detalles o especificaciones que el inversor debe tener en cuenta a la hora de apostar por ellas en sus carteras.
Las alzas que hemos visto hasta el primer trimestre de 2022 en el mercado de las materias primas y su posterior descenso pausado, tienen tras de sí una serie de circunstancias y realidades. “Las materias primas han tenido un buen comportamiento en el primer semestre de 2022 subiendo un 25,49% . Dentro del complejo, la energía y las materias primas agrícolas han sido los mayores impulsores del rendimiento”, comenta Aneeka Gupta, Directora de Investigación Macroeconómica de WisdomTree.
Y es que desde marzo de 2022, tal y como nos cuentan desde Amundi, varios metales han mostrado precios a la baja, algo que le ha ocurrido también al petróleo, que alcanzó un punto máximo a mediados de junio y desde entonces ha empezado a bajar. Todo este cambio de tendencia se explica debido a las variantes geopolíticas y macroeconómicas.
“La situación actual del mercado de materias primas se está estabilizando tras el fuerte repunte de los tres primeros meses y medio. El suministro de energía rusa, por un lado, y el riesgo de recesión (desaceleración económica), por otro, son actualmente los principales impulsores del mercado. La estacionalidad y las condiciones meteorológicas son los otros factores necesarios que hay que vigilar”, recuerda también Gabriel Debach, analista de mercado de eToro.
Y aunque lo cierto es que su ‘rally’ generalizado terminó en la primera parte de este año, Debach puntualiza que, en lo que respecta al mercado del gas europeo, sí que podemos seguir hablando de esta tendencia alcista, si hablamos de gas europeo, medido por los futuros TTF, con subidas de casi el 50% desde principios de mes. “En los demás mercados, sin embargo, vemos más correcciones tras las fuertes subidas de principios de año. De todos modos, el mercado sigue siendo muy volátil y los cambios de dirección, acompañados de volatilidad, pueden estar a la orden del día”, matiza.
La primera de las claves para este mercado es, sin duda, la guerra de Ucrania, que está afectando sobre todo al clima económico europeo. “Está creando perturbaciones en el suministro en una zona altamente productora de materias primas. Estas perturbaciones tienden a apoyar el precio de las materias primas”, comenta Arnaud du Plessis, gestor de carteras temáticas, CPR AM (centro de gestión temática de Amundi).
El experto de Amundi también resalta que el mercado de las materias primas se está viendo obstaculizado por el hecho de que China, uno de los principales importadores de metales, persigue una política de cero COVID. Además, a su juicio, hay que añadir el temor a una desaceleración económica en todo el mundo, tras la inflación y el endurecimiento monetario de los bancos centrales.
“A largo plazo, los acontecimientos relacionados con la transición energética, en particular la electrificación del transporte, siguen proporcionando un apoyo estructural al mercado de materias primas”, concreta el gestor, que matiza que la transición energética que crea nuevas necesidades, y la evolución de la oferta, que se caracteriza por la escasez de ciertas materias primas y se ve afectada por el nivel de inversiones que las empresas van a realizar.
Para la experta de WisdomTree, la falta de inversión en los últimos años en sectores intensivos en capital, como los sectores de los metales y la minería, el petróleo y el gas, el transporte marítimo y la agricultura, se está reflejando en la subida de los precios de las materias primas. “Además, la invasión rusa de Ucrania ha provocado una escasez adicional de suministros de varias materias primas, como el gas, el petróleo, el paladio, el trigo, el maíz y las semillas oleaginosas. Mientras que los mercados de renta variable siguen bajando por la preocupación de que aumenten los riesgos de recesión junto con la subida de los tipos de interés, los mercados de materias primas parecen minimizar las probabilidades de recesión apoyados por la fuerte demanda en medio de las tensiones en las cadenas de suministro”, resalta.
Según los expertos, la incertidumbre seguirá reinando en el mercado en la segunda mitad de este 2022, por lo que tendremos que estar muy atentos a puntos decisivos tales como, según expresa el analista de Amundi, la evolución de la crisis ruso-ucraniana, la capacidad de China para recuperar su economía y la actitud de los bancos centrales, que aún pretenden luchar contra la inflación. “Podría producirse una rotación del sector en detrimento de las materias primas, que ya no podrían tener un comportamiento mucho mejor que el resto”, explica.
“De cara al futuro, esperamos que la inflación, la transición energética y el aumento de los riesgos geopolíticos sean importantes consideraciones macroeconómicas que podrían impulsar las materias primas durante el segundo semestre de 2022. La inflación es un motor clave de la política. Históricamente, las materias primas se han comportado bien en un entorno de inflación creciente y de tipos de interés más altos”, precisa la experta de Wisdom Treee, que adjunta a su vez que hay varios factores que podrían dar lugar a un rally alcista en todas las materias primas, tales como las tensiones en las cadenas de suministro, la actual guerra entre Rusia y Ucrania, el cambio de rumbo de la economía China tras la estricta política de covacha cero, las condiciones climáticas adversas y un dólar estadounidense más débil.
En lo que respecta al petróleo y al gas, el experto de Amundi recalca que ambas commodities están muy ligadas al conflicto de Ucrania, y que Arabia Saudí ha dejado claro que no tiene intención de acelerar el aumento de la oferta.
En concreto, cuando hablamos de petróleo, el experto de eToro comenta que aunque este es el mercado más vigilado, hemos visto una subidas más “contenidas” que en otros, alrededor de un +40,6% en el barril de WTI y un+43,2% en el barril de Brent. “Los aumentos se debieron a una menor oferta, tras el bloqueo ruso, a una OPEP+ que se esfuerza (voluntaria o involuntariamente) por mantener el ritmo de la mayor demanda y a que las plataformas de perforación mundiales siguen a un 55% de sus máximos. Los precios de los derivados, por el contrario, registraron mayores subidas con el alza de la gasolina estadounidense (Gasoline) en un 70,5%”, resalta el analista, que resalta de cara a este segundo semestre que “la ralentización económica podría hacer bajar el precio, aliviando las presiones inflacionistas, pero esto no debería traducirse en valores demasiado alejados de los niveles actuales”.
Y es que el factor de posible recesión ha sido el principal para llevar al crudo hacia niveles más bajos tras su fuerte comienzo en el 2022. “La oferta de petróleo ruso no está cayendo tanto debido a las sólidas compras de la India y la demanda está aumentando de forma menos dinámica de lo esperado debido a los cierres de corona en China. Además, la liberación de las reservas estratégicas de petróleo está aportando más petróleo al mercado. Por este motivo, esperamos que el mercado del petróleo esté suficientemente abastecido en la segunda mitad de 2022 y, en consecuencia, los precios del petróleo podrían caer hasta los 95 USD por barril”, añaden desde WisdomTree.
En lo relativo al gas, tan comentado estos últimos meses ante el temor a su escasez, Debach apunta que las fuertes turbulencias relacionadas con el gas ruso y el suministro de GNL estadounidense hicieron que el gas natural estadounidense subiera un +76% y el europeo un +68%, a pesar de que este último ha subido un +181% en la primera semana de marzo y un +50% en los últimos 30 días desde el comienzo del año.
“El temor respecto al suministro de gas ruso, un incendio en la terminal de Freeport en Texas y una ola de calor son algunos de los más recientes catalizadores del mercado. Sin embargo, quien ha concebido las mayores subidas es el carbón (medido por los futuros del carbón de Newcastle), que se ha disparado un +148%, bajo la presión de una diversificación del suministro energético con el regreso a las centrales de carbón para muchos países europeos, una bofetada a los compromisos medioambientales adquiridos por varios países”, aclara.
"Los precios del gas en Europa han subido mucho en 2022. El catalizador de este reciente movimiento ha sido la reducción de los flujos de gas ruso a través del gasoducto Nord Stream, junto con la posibilidad de que se reduzcan las llegadas de gas natural licuado (GNL) tras una interrupción en la terminal de GNL de Freeport, en Estados Unidos. El clima más cálido en algunas partes de Europa también proporcionará cierto apoyo”, indica Gupta.
“En cuanto al oro y los metales preciosos, el periodo estival les es históricamente favorable. En un contexto más difícil para las materias primas industriales, el oro podría recuperar el color después del movimiento de consolidación bastante fuerte que acabamos de observar”, concreta el experto de Amundi.
Sin embargo, el entendido de eToro hace hincapié en que entre los metales, el oro apenas subió un 1,5%, a pesar de haber alcanzado un máximo del 14% en marzo. “La demanda de oro por parte de los inversores se vio reducida por la competencia generada por el aumento del rendimiento de los bonos estadounidenses a diez años. La fortaleza del dólar también encareció el oro para los principales compradores extranjeros, como la India”, explica y adjunta que tras las fuertes subidas registradas hasta mediados de marzo, los metales invirtieron su tendencia, tras los riesgos de una fuerte desaceleración económica: plata (-7,3%), cobre (-12%), acero (-6,3%), hierro (-3,4%), aluminio (-11%) y platino (-3,7% – a pesar de la subida del 20% tras el boom ruso).
Para Gupta, el oro se ha mantenido bien en relación con los mercados de bonos, rompiendo la tradicionalmente fuerte relación entre el oro y los valores protegidos contra la inflación del Tesoro (TIPS). “El oro es un activo que generalmente se comporta bien en condiciones económicas y financieras adversas”, matiza para hacer hincapié en que, ante el temor a una recesión, los inversores recurren cada vez más al oro como cobertura. “En lo que va de año, hasta el 24/05/2022, se han producido entradas de 7,3 millones de onzas en los valores negociados en bolsa de oro (frente a una salida neta de 9,2 millones de onzas en todo el año 2021)”, resalta.
En el caso de la plata, sigue comentando, el gasto de capital de la minería ha aumentado en los últimos años y eso podría sacar a la plata de un déficit de oferta en el próximo año. “Si se produce una recesión en el segundo semestre de 2022, es probable que la actividad manufacturera se contraiga, ejerciendo una presión negativa sobre la plata”, considera apuntar.
Además, desde la gestora apuntan que esperan que el mercado mundial del platino siga teniendo un exceso de oferta este año, aunque de forma menos significativa que el año pasado, después de haber estado en un enorme superávit de oferta en 2021. “Mientras que se espera que el paladio vuelva a tener un déficit de oferta este año, después de que el mercado tuviera un exceso de oferta en 2021 por primera vez en mucho tiempo. Los riesgos aumentan tanto por el lado de la demanda como de la oferta, por lo que esperamos que los precios del platino terminen el año a la baja, mientras que los del paladio se mantengan sin cambios en comparación con el año pasado”, destacan.
“A contracorriente están el carbonato de litio, con un aumento del 72%, y el titanio (+95%), lo que pone en primer plano una demanda del sector (transporte de defensa, por citar algunos) que, a pesar de la preocupación por la desaceleración económica, sigue teniendo un decidido apetito de materias primas”, insisten por su parte desde eToro.
Debach hace hincapié en que en el sector agrícola se han observado las mayores subidas generalizadas, “signo predominante de una inflación que se ha trasladado del sector energético al alimentario y con los problemas de los fertilizantes: soja +19%, trigo +27%, queso +33%, leche +31%, zumo de naranja +15%, café +6%, algodón +26%, arroz +10%, lana +8,5%, aceite de girasol +38%, mantequilla +24%, maíz +28%, ganado vacuno +4%, ganado porcino +29%, aves +19%”. En este sentido, y a modo perspectiva, Debach argumenta que en el frente de los productos alimenticios, nuevas olas de calor y sequías podrían provocar nuevas presiones alcistas. “Por último, el giro hacia la izquierda en las últimas elecciones en América Latina podría generar más presión sobre la extracción de muchas materias primas con nuevos retos para los mercados”, resalta.
“Esperamos que las materias primas agrícolas se beneficien del aumento del proteccionismo, del incremento de los costes de los fertilizantes, de los cambios en los mandatos de los biocombustibles y de las condiciones meteorológicas adversas. Las perturbaciones relacionadas con la guerra también han dado lugar al proteccionismo. Por citar algunos ejemplos en 2022, la India, tercer productor mundial de trigo, anunció que restringiría las exportaciones de este cereal para gestionar el suministro interno, lo que provocó una fuerte subida de los precios del trigo. Indonesia también anunció una prohibición de las exportaciones de aceite de palma el 28 de abril, pero la prohibición se levantó el 19 de mayo después de que cientos de agricultores se manifestaran para protestar contra la medida”, comenta la experta de WisdomTree.
“En los mercados de semillas oleaginosas, el anuncio inicial provocó una fuerte subida del aceite de soja, una alternativa al aceite de palma. Los cambios en los mandatos de mezcla de biocombustibles también están preparados para aumentar la demanda de productos agrícolas. Estados Unidos alberga el mayor mercado de biocombustibles del mundo. El gobierno de Biden está ordenando a las refinerías que aumenten el uso de biocombustibles, como el etanol a base de maíz. La Agencia de Protección Medioambiental de EE UU exige a las refinerías que mezclen este año 20.630 millones de galones de combustibles renovables en la gasolina y el gasóleo, lo que supone un aumento del 9,5% respecto al objetivo del año pasado. Esto presionará a las refinerías para que mezclen más biocombustible en su producción de gasolina este año, lo que tendrá un impacto positivo neto en la industria de los biocombustibles.
Y sigue comentando que cereales, como el maíz, se benefician de su alto contenido en almidón y de su relativamente fácil conversión en etanol. "En medio de la disminución de las reservas de gasóleo, Brasil también está considerando aumentar la mezcla de biodiésel del 10% al 15% (es decir, la cantidad de aceite de soja mezclada con el combustible para camiones). Esto podría aumentar la demanda de soja en un momento en el que la soja ya escasea debido a las sequías en Sudamérica y en el que las plantaciones de EE.UU. están por debajo del ritmo del año pasado. El conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado interrupciones en la producción de fertilizantes y un aumento de los precios de los materiales, lo que ha puesto en peligro los márgenes de los agricultores y los rendimientos agrícolas en otros lugares, haciendo subir los precios de la mayoría de las materias primas agrícolas. Las materias primas agrícolas han registrado un buen rendimiento en 2022. Sin embargo, sigue habiendo muchos factores que podrían impulsar el rendimiento de este subsector de productos básicos aún más. Las materias primas agrícolas son únicas debido a su gran dependencia de las condiciones meteorológicas, que las hacen volátiles pero también ofrecen ventajas de diversificación”, concreta.
Por su parte, du Plessis hace hincapié además en que otras materias primas a las que debemos prestar atención son, por lo general, todos los metales y materiales considerados críticos en el contexto de la descarbonización de la economía mediante la electrificación, tales como el cobre, el níquel, el litio y el cobalto, entre otros.
Debach además menciona que hay materias primas industriales que han registrado fuertes descensos, tales como el Magnesio, que se ha dejado un -46%, pero que otros como el Galio y el Betún, han subido un 43% y un 37%, respectivamente, ante sus usos en circuitos integrados digitales y analógicos y dispositivos optoelectrónicos y tras el aumento del precio del petróleo. “Los riesgos de desaceleración económica podrían seguir presionando a la baja a los metales industriales, mientras que las tensiones con Rusia podrían crear nuevas especulaciones, en particular sobre el gas y las fuentes alternativas”, insiste de cara al segundo semestre del año.
En lo que respecta a la madera, señala que ha bajado un 45% desde principios de año, tras las fuertes subidas de los últimos años, lo que supone una nueva señal de desaceleración en el sector de la construcción estadounidense.
“La alta inflación y los bancos centrales con perfil de halcón no son una mezcla favorable para las clases de activos tradicionales. En lo que va de año, el MSCI World ha perdido un 14% y el Bloomberg Global Aggregate un 9%. Sin embargo, creemos que una operación táctica de compra de materias primas podría añadir cierta protección contra la inflación a las carteras, así como el potencial de carry y rentabilidad superior varias razones”, indica el equipo de inversión en multiactivos de Fidelity.
Así, la gestora destaca que las materias primas tienden a superar a otras clases de activos en entornos de estanflación y en las fases finales de los ciclos económicos y que además, otra de las razones es que actual entorno inflacionista está impulsado por la escasez de oferta, especialmente de alimentos y energía. “En particular, la demanda de alimentos es muy inelástica -los precios más altos no provocan una caída proporcional de la demanda-, lo que significa que la oferta es la fuerza motriz de los precios. El suministro de alimentos sigue viéndose gravemente perturbado por la guerra en Ucrania, dado el papel de la región como gran productora de cereales y fertilizantes. Las existencias de petróleo son críticamente bajas debido al resurgimiento de la demanda tras la reapertura de Covid”, matizan sus expertos.
En tercer lugar, enuncia la gestora, las subidas de los precios de los alimentos pueden reforzarse a sí mismas, y hace hincapié en que otra de las razones es que China, ésta representa una gran proporción de la demanda de materias primas a nivel mundial. “Los estrictos cierres de Covid allí han afectado a la demanda de muchas materias primas, especialmente de metales industriales y energía. Pero esto parece que va a cambiar a medida que el país vaya relajando las restricciones, lo que podría dar un nuevo impulso a la demanda”, comenta la gestora.
Las materias primas deberían seguir registrando un buen comportamiento debido a la tensa dinámica de la oferta y la demanda – Fuente: Índice Bloomberg TR de materias primas y subíndices. Fuente: Refinitiv, Fidelity International, junio de 2022