El petróleo ha comenzado el año nuevo con optimismo debido a los factores externos. Los últimos días de 2018, el barril de Brent peleaba por no bajar de los 50 dólares de cotización por barril, pero en menos de 15 días ya ha conseguido superar los 60 dólares y se encuentra en el rango de los 61. Un crecimiento que se ha producido después de las palabras de Arabia Saudí y en un marco de optimismo por el posible acuerdo comercial entre China y Estados Unidos. El Bren de referencia en Europa se ha incrementado un 16% desde los mínimos de diciembre, y el WTI ha hecho lo propio creciendo un 20%.

El mercado del crudo ha ignorado los malos datos semanales de los inventarios en Estados Unidos. Ya que, según la Agencia de Información para la Energía (EIE), las existencias se contrajeron en 1,68 millones de barriles. Esta caída ha sido muy inferior a los 2,4 que previeron los analistas. Sin embargo, esto ha pasado desapercibido para el petróleo que ha seguido por su senda alcista de los últimos días.

Quizá, lo más importante, lo que más impulso le ha dado al crudo, fueron las palabras de Khalid Al-Falih, ministro de Energía de Arabia Saudí. Falih aseguró que la producción del reino caerá 10,2 millones de barriles por día en enero, haciendo así efectivo el mandato de la OPEP para recortar la producción en 2019 debido al exceso de oferta. Según el ministro, Arabia Saudí exportará 7,2 millones de barriles al día en enero y 7,1 en febrero.

El otro factor que parece que ha terminado de servir de impulso al crudo es el acuerdo comercial entre China y Estados Unidos. Durante la tregua que se dieron, ambos países han permanecido expectantes el uno del otro. Pero por las palabras de Donald Trump en Twitter y diversos gestos del Gobierno chino, como enviar a uno de los miembros más destacados del ejecutivo a la negociación, hacen pensar que están poniendo todo de su parte para poner punto y final al conflicto comercial que comenzó hace doce meses.

A pesar de todo, la prudencia debe permanecer en el mercado del crudo. Aunque la OPEP mandó recortar la producción y Arabia Saudí parece estar cumpliendo, hay varios países que afirmaron que no recortarían dicha producción. De hecho, Estados Unidos se esmera por aumentarla. Por tanto, el exceso de oferta sigue siendo el principal fantasma que planea sobre la cotización del Brent.