La situación económica y de mercados, provocada fundamentalmente por una alta inflación, ha conducido a turbulencias, también en la Unión Europea (UE). Y es que el bloque comunitario se ha visto especialmente afectado por la guerra en Ucrania y el problema de suministro que ha desencadenado con Rusia, país del que recordemos, los países del […]
| 13 jul 2022
La situación económica y de mercados, provocada fundamentalmente por una alta inflación, ha conducido a turbulencias, también en la Unión Europea (UE). Y es que el bloque comunitario se ha visto especialmente afectado por la guerra en Ucrania y el problema de suministro que ha desencadenado con Rusia, país del que recordemos, los países del viejo continente tienen una fuerte dependencia energética, en mayor o menor medida.
Y aunque todos los ojos de los inversores están puestos en el endurecimiento de la política monetaria que el Banco Central Europeo (BCE) tiene que llevar a cabo para hacer frente a los altos datos se inflación registrados, siguiendo así los pasos de la Reserva Federal en EEUU, lo cierto es que hemos querido profundizar en el papel que la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, está siguiendo para hacer frente a este complicado contexto de mercado.
Prueba de este ‘shock’ económico que sufre la UE es que en sus previsiones económicas de primavera, la Comisión Europea ya revisó a la baja las perspectivas de crecimiento y al alza las previsiones de inflación.
Así, y para conocer claramente las medidas que el organismo está llevando a cabo, fuentes de la Comisión nos han respondido, de forma directa a Dirigentes, a las dudas planteadas al respecto.
Las subidas de los precios de la energía relacionadas con la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania han dado lugar a un aumento elevado y cada vez más amplio de las cifras de inflación en toda la UE. La Comisión ha propuesto una serie de medidas para mitigar el impacto a corto y largo plazo de estas subidas de precios, en particular para los ciudadanos vulnerables, y para garantizar la seguridad del suministro en el próximo invierno.
Además, la Comisión ha presentado medidas para hacer frente a las subidas de precios y a las perturbaciones de las cadenas de suministro en otros sectores: por ejemplo, en lo que respecta a la seguridad alimentaria y los precios mundiales de las materias primas.
Con este propósito, la Comisión presentó el pasado 23 de marzo una serie de medidas a corto y medio plazo para mejorar la seguridad alimentaria mundial y apoyar a los agricultores y consumidores de la UE a la luz del aumento de los precios de los alimentos y de los costes de los insumos, como la energía y los fertilizantes (puede consultarse más información sobre estas medidas aquí).
La Comisión se esfuerza también por acelerar la transición energética, tanto a través del ahorro de energía como del uso de fuentes de energía renovables, lo que reducirá la dependencia de los combustibles fósiles.
En mayo, la Comisión presentó el Plan REPowerEU, su respuesta a las dificultades y las perturbaciones del mercado mundial de la energía causadas por la invasión de Ucrania por parte de Rusia,
A corto plazo seguiremos centrando nuestros esfuerzos en la diversificación de las fuentes y rutas de suministro para garantizar el abastecimiento energético. Lo haremos en estrecha cooperación con los Estados miembros, en particular a través de la Plataforma de Compra de Energía de la UE, que ahora cuenta con el apoyo de un grupo de trabajo recientemente creado en el seno de la Comisión.
Los Estados miembros también pueden considerar la adopción de medidas fiscales temporales sobre los beneficios inesperados y, excepcionalmente, decidir captar una parte de estos beneficios para su redistribución a los consumidores.
Las normas de la UE sobre ayudas estatales y, en particular, el Marco Temporal para las Crisis, adoptado el 23 de marzo, también pueden ofrecer a los Estados miembros opciones para prestar apoyo a corto plazo a las empresas afectadas por los elevados precios de la energía y ayudar a reducir su exposición a la volatilidad de los precios de la energía a medio y largo plazo.
A nivel nacional, varios países han adoptado medidas para mitigar el impacto de la subida de los precios de la energía en los consumidores y las empresas. Estas medidas se han tenido en cuenta en las orientaciones presupuestarias facilitadas por la Comisión en el marco del Semestre Europeo. En particular, la Comisión ha insistido en que tales medidas deben dirigirse a los más vulnerables, deben estar limitadas en el tiempo y deben evitar distorsiones indebidas del mercado.
Además, la activación continuada de la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en 2023 proporcionará un margen para que la política presupuestaria nacional reaccione rápidamente cuando sea necesario, garantizando al mismo tiempo una transición fluida del apoyo generalizado a la economía durante la pandemia hacia una atención cada vez mayor a medidas temporales y específicas y a la prudencia presupuestaria necesaria para garantizar la sostenibilidad a medio plazo.
Dicho esto, hay que tener en cuenta que el encargado de mantener la estabilidad de precios y de garantizar que la inflación siga siendo baja y predecible es el Banco Central Europeo, mediante la política monetaria.
En sus previsiones económicas de primavera, la Comisión Europea ha revisado a la baja las perspectivas de crecimiento y al alza las previsiones de inflación. La guerra en Ucrania está agravando las dificultades para el crecimiento que ya existían previamente y que, antes de la guerra esperábamos que disminuyeran.
Las turbulencias provocadas por la guerra han añadido presiones al alza sobre los precios de las materias primas, han provocado nuevas interrupciones del suministro y han aumentado la incertidumbre. Las presiones inflacionistas, que ya eran elevadas antes del inicio de la guerra, serán ahora más amplias, más fuertes y más persistentes, lo que, a su vez, conducirá a una normalización de las condiciones monetarias más rápida de lo previsto.
A pesar del agravamiento de los vientos en contra, algunos vientos de cola siguen impulsando poderosamente la demanda. La reapertura del sector de los servicios, las inversiones en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y un mercado laboral sólido son motores clave del crecimiento, junto con la normalización del comportamiento de los ahorradores.
La Comisión publicará el 14 de julio sus previsiones intermedias de verano, en las que actualizará sus previsiones sobre el PIB y la inflación.Y de nuevo, conviene recordar que la lucha contra la inflación a través de la política monetaria es la principal tarea del Banco Central Europeo.
En un momento en que corremos el riesgo de entrar en una recesión económica, me gustaría saber qué políticas está aplicando la Comisión para promover el crecimiento económico.
El Semestre Europeo y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que constituyen el núcleo de NextGenerationEU, siguen siendo los marcos más eficaces para lograr un crecimiento económico sólido y para hacer frente a los retos actuales.
El MRR seguirá impulsando los programas de reforma e inversión de los Estados miembros durante los próximos años. Es la principal herramienta para acelerar la doble transición ecológica y digital y reforzar la resiliencia de los Estados miembros, en particular mediante la aplicación de medidas nacionales y transfronterizas en consonancia con REPowerEU, el plan de 300.000 millones de euros de la Comisión destinado a hacer que Europa sea independiente de los combustibles fósiles rusos, abordando al mismo tiempo las dificultades económicas y las perturbaciones del mercado causadas por la invasión injustificada de Ucrania por parte de Rusia.
Ya están disponibles 225.000 millones de euros para apoyar el plan REPowerEU en forma de préstamos en el marco del MRR. Además, el 18 de mayo la Comisión propuso aumentar la dotación financiera del MRR en 72.500 millones de euros: 20.000 millones de euros en subvenciones procederían de la venta de derechos de emisión del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, 45.000 millones de euros de transferencias voluntarias de los fondos de cohesión regulados por el Reglamento sobre disposiciones comunes y 7.500 millones de euros de transferencias voluntarias del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.
Las recomendaciones específicas por país adoptadas en el contexto del Semestre Europeo proporcionan orientaciones a los Estados miembros para responder adecuadamente a los retos nuevos y a los ya existentes y para lograr los objetivos políticos fundamentales que comparten. El Semestre permite una coordinación eficaz de las políticas entre los Estados miembros.
Además del MRR, otros programas, como el MCE (Mecanismo Conectar Europa) Energía, los fondos de la política de cohesión o InvestEU, apoyan las inversiones en infraestructuras energéticas, energías renovables y eficiencia energética, que son cruciales para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y proporcionar energía segura y asequible a los consumidores europeos. Además, el Fondo Social para el Clima propuesto prevé 72.200 millones de euros para el período 2025-2032 para que los Estados miembros apoyen a las comunidades más vulnerables.
