Las criptoactivos han cobrado una importancia brutal en los últimos meses desde que, entre otras cosas, la veterana bitcoin haya batido récords históricos y grandes empresas hayan posado sus ojos en ellas. 

Y es que parece que los últimos meses de 2020, donde bitcoin se encontraba al alza, terminaron de asentar su rally de cotización alcista cuando a principios de febrero, Tesla decidió invertir nada menos que 1,5 millones de dólares en ella y la situó en niveles nunca visto hasta entonces, rozando los 50.000 dólares. 

En la actualidad, bitcoin continúa en su racha alcista, superando los en 56.000, dólares, aunque ya vimos que el pasado mes, el día 22 de febrero, alcanzó un nuevo máximo llegando a sobrepasar los 58.000 dólares. 

Fuente: Investing

Así, y pese a que son muchos los que ya se decantan por potenciar bitcoin incluso como método de pago, los bancos centrales e instituciones llaman a la prudencia ante su alta volatilidad y su todavía falta de regulación. 

De hecho, Paul Flavier, global head de Rosenberg Equities en AXA IM, indica que “es posible que bitcoin desarrolle en el futuro algunas características de una moneda o activo tradicional”, pero hace hincapié en que “incluso con un mayor interés de las instituciones financieras en la criptodivisa, su volatilidad de precios, su existencia más allá de los acuerdos legales tradicionales -así como su falta de fundamento en cualquier actividad económica fundamental-, éste podría ser un viaje largo, incierto y arduo”.

¿Puede bitcoin ser “verde”?

Pero además de ello, ahora se ha puesto en duda la capacidad que tienen las criptomonedas, y en especial bitcoin, de manejarse en un contexto de inversión sostenible o socialmente responsable, una tendencia que ha cobrado fuerza estos años. 

Y es que según AXA IM la continua “minería” de bitcoin “es incompatible con los requerimientos de la inversión responsable”. 

Para la gestora, bitcoin es cualquier cosa menos “verde”, donde hace hincapié en que la intensidad de carbono, y su efecto sobre el medio ambiente de esa red de la criptomoneda es, es significativa. 

“Varios estudios han criticado las externalidades negativas de la minería de criptoactivos y han cuestionado la sostenibilidad de estas prácticas. Actualmente, se crean unos 900 bitcoins nuevos cada 24 horas. Como se acuñan mediante ordenadores, se requiere una enorme cantidad de energía”, indican desde AXA IM para añadir: “Según una investigación de la Universidad de Cambridge, bitcoin consume más electricidad al año que toda Argentina”.

Por su parte, Álvaro Alcañiz, CMO & Co-Founder de Onyze, reconoce que “lamentablemente las granjas de minado donde se generan la inmensa mayoría de los Bitcoins que existen tienen unos consumos de energía enormes, lo cual ha llevado a que estén prohibidos en algunos lugares”, y añade: “El aumento de consumo que generan hace que las redes de abastecimiento de energía no soporten toda la demanda y puedan generar apagones, o incluso que los gobiernos se vean obligados a comprar excedentes de energía para que esto no ocurra”. 

Sin embargo, el experto de la fintech reconoce que uno de los puntos a tener en cuenta sería “una posible migración por parte de la red Bitcoin de PoW (Proof of World) a un protocolo menos exigente, a la hora de generar nuevos BTCs, como puede ser el sistema de PoS (Proof of Stake), como ha hecho ya Ethereum. Aunque este punto no está de momento no planteado”. 

Y es que sorprende que justamente Tesla, una de las empresas automovilísticas más punteras de tecnología limpia y eléctrica, sea una de las que ha apostado por bitcoin. “Para mí, la razón de invertir en Bitcoin por parte de Tesla ha sido tomada más desde una perspectiva puramente financiera. Y no porque puedan o no compartir una filosofía común con Bitcoin, más allá de que ambos son claros estandartes de la innovación en sus sectores”, indica Alcañiz. 

Proyectos sostenibles invirtiendo con bitcoin

“Aunque Onyze no está directamente relacionado con la inversión sostenible, si que tratamos de aportar nuestro pequeño granito de arena”, insiste para adjuntar: “Hay multitud de proyectos relacionados con la inversión y el desarrollo sostenible que recientemente están financiandose mediante vías como el crowdfunding o similares, y que en algunos casos ofrecen la posibilidad de invertir en ellos usando Bitcoin o Ethereum”. 

“Nosotros respaldamos a esos proyectos ofreciendo una cuenta de custodia, donde sus inversores puedan depositar sus fondos; quedando estos bloqueados hasta que el proyecto alcance la financiación deseada. Esto aporta un extra de garantías a los inversores del proyecto, ya que ven que se trata de proyectos serios y con garantías”, añaden desde Onyze.