Los retos son cada vez más grandes en el tablero europeo. Emergentes, guerra comercial, problemas internos de la Unión Europea... Por eso, Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors, alertó sobre los grandes retos que hay para los mercados europeos durante el Investment Forum en Londres.

1. El Brexit no se resolverá en una sola decisión, y no todos los sectores saldrán perdiendo

El crecimiento económico en el Reino Unido se ha desacelerado en los últimos años, y el proceso Brexit ya ha socavado el PIB real. Pase lo que pase a principios de 2019, habrá poca claridad inmediata; los detalles de este divorcio evolucionarán durante meses y años. Lo que está claro es que no todos los sectores se verán afectados por el Brexit de la misma manera. Por ejemplo, en el caso de una salida del Reino Unido "difícil", la libra británica más débil probablemente ayudará a los exportadores más grandes del país, al igual que su exposición más diversificada.

2. Las guerras comerciales son malas para los mercados, pero no necesariamente para los inversores activos

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, continúa cambiando el eje del comercio mundial y aunque esto aún no ha descarrilado a Wall Street, algunos sectores están luchando. Las empresas que se encuentran más arriba en la cadena de suministro pueden transferir mayores costos a los consumidores. Encontrar esas empresas podría brindar una oportunidad para los inversores activos.

Los inversionistas deberían buscar oportunidades de compra a partir de la volatilidad relacionada con Estados Unidos al forjar nuevos acuerdos bilaterales con México, Canadá y Alemania y otros socios comerciales importantes.

3. La desigualdad económica es disruptiva, pero centrarse en el ASG (ESG en inglés) es ventajoso

La desigualdad se ha convertido en una parte cada vez mayor de las conversaciones políticas en Estados Unidos y Europa, donde las disparidades en la riqueza continúan creciendo. Esta es una señal de advertencia que los inversores deben prestar atención, sobre todo porque la desigualdad tiene el potencial de causar trastornos, inestabilidad, degradación ambiental y una serie de males sociales.

4. Es hora de que las empresas confronten el riesgo cibernético seriamente

Los ataques cibernéticos en las principales compañías han pasado de ser una molestia a ser un problema crítico. Ahora nos encontramos en un entorno de agresiones amplias e impredecibles en todos los sectores, geografías y tamaños de negocios. Los ataques a las principales compañías han detenido la producción y han impedido la entrega de productos críticos. Para los inversores, esto puede significar la caída de los precios de las acciones derivadas de los gastos que conlleva el arreglo de los daños.

5. Existen motivos por los cuales la inversión en infraestructuras se ha cuadruplicado desde 2008

Los inversores buscan cada vez más inversiones en infraestructura como una forma de equilibrar sus carteras. La cantidad total de activos de infraestructura bajo administración se ha más que cuadruplicado en los últimos 10 años, según Preqin.

Esta clase de activos alternativa es atractiva para los inversores debido a su saludable perfil de riesgo-rentabilidad. Proporciona un potencial de rendimiento estable a largo plazo, una mejor diversificación y la capacidad de ayudar a protegerse contra la inflación.

Según la Corporación Financiera Internacional, la demanda de inversiones en infraestructura de agua urbana podría superar los 13.000 millones de dólares hasta el 2030, y el mercado eólico y de energía solar podría necesitar 6.000 millones de dólares en inversiones hasta el 2040.

Al igual que cualquier inversión, existen riesgos asociados con la inversión en infraestructuras. Sin embargo, desde Allianz GI creen que estos pueden abordarse con una cuidadosa supervisión y compromiso.

6. Los ciclos se combaten con inversiones activas a largo plazo

Mientras que la economía global está funcionando relativamente bien en este momento, el futuro parece menos cierto y más volátil. Es probable que las devoluciones sean más moderadas durante los próximos cinco a 10 años, por lo que los inversores necesitarán trabajar su dinero más arduamente y ser menos procíclicos.

Estos no deben cometer el error de buscar solo estrategias que funcionaron bien en el pasado, ignorando aquellas que pueden tener el mayor potencial en el futuro. Un enfoque de inversión activo y comprometido puede "ayudar a generar valor y minimizar los riesgos para las carteras", dice Dawne.